El futuro del combate al narcotráfico: Colombia y Estados Unidos buscan reinventar estrategias

REUNION

Dos de las principales potencias en la lucha contra las drogas reevalúan su enfoque y buscan nuevas tácticas.

Bogotá fue el escenario de una importante cumbre: La III reunión del Grupo de Trabajo Antinarcóticos Colombia-Estados Unidos. El evento sirvió como un espacio para que ambos países reexaminaran la lucha contra el narcotráfico, aceptando la urgente necesidad de adaptarse y renovar sus estrategias.

Elizabeth Taylor, la viceministra de Asuntos Multilaterales, no se anduvo con rodeos. “Las formas convencionales simplemente no están a la altura de lo que nuestra sociedad está pidiendo. Necesitamos un reinicio”, argumentó. Colombia, con su preocupante título de líder en cultivo de coca y producción de cocaína, no busca una convivencia pacífica con el narcotráfico. Taylor es clara: quieren desmantelarlo desde sus raíces más lucrativas.

Las metas del país son audaces. Con un objetivo de reducción del 40% tanto en la producción de cocaína como en las hectáreas cultivadas para 2033, Colombia muestra su compromiso, como mencionó Néstor Osuna, ministro de Justicia.

Más allá de los números y objetivos, Taylor presentó una visión de política de drogas centrada en el ser humano, que busca equidad y prioriza la vida y la paz. Es un llamado a tratar el problema de las drogas desde una perspectiva más humana y comprensiva.

La relación entre Colombia y Estados Unidos fue otro tema central de la conversación. La alianza entre ambos países no es solo estratégica, es esencial. «Juntos podemos enfrentar los retos del narcotráfico de una manera más solidaria y responsable», afirmó Taylor.

Adam Cohen, representante de la Casa Blanca, respaldó este sentimiento y subrayó la importancia de una colaboración mutua. «Es a través del diálogo y la cooperación que podemos reducir el daño causado por las drogas», dijo Cohen.

Establecido en 2019, el Grupo de Trabajo Antinarcóticos simboliza el deseo de ambos países de enfrentar de manera unificada el problema de las drogas. Las reuniones, como la que tuvo lugar en Bogotá, son una demostración de que Colombia y Estados Unidos están comprometidos en encontrar soluciones innovadoras a uno de los problemas más persistentes de la región.

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