JOEL

En las tinieblas de la justicia: El caso de Roland Carreño se estanca entre gallos y medianoche

La defensa del periodista y dirigente político se retira de la sala, marcando un nuevo capítulo en un juicio ya marcado por la controversia y la dilación.

Es una noche tensa en el tribunal, donde el caso del periodista Roland Carreño, también conocido dirigente de Voluntad Popular, ha dado un giro imprevisto. Joel García, el abogado a cargo de la defensa, ha hecho pública su decisión de abandonar la sala de audiencia, citando “arbitrariedades” que, en su opinión, socavan la integridad del proceso.

Un juicio en la sombra

A través de su cuenta en la plataforma X, el antiguo Twitter, García relató la odisea de más de ocho horas de espera, culminando en la negación de entrada al público – una decisión que según él, viola tanto el Principio de Publicidad como la Participación Ciudadana. “No vamos a convalidar vicios en el proceso”, escribió, una declaración cargada de frustración y desafío.

La escena dentro del tribunal se despliega bajo la ominosa sombra de la “justicia nocturna”, un fenómeno que García denuncia con fervor. “Condenas de 30 y 16 años de prisión fueron dictadas recientemente en horas de la madrugada”, expone, marcando un escenario de justicia que opera en las sombras, alejada del escrutinio público y la transparencia.

Un periodista en la encrucijada

El caso de Carreño había sido pautado para el 28 de septiembre, con una nueva juez especializada en terrorismo al timón. Sin embargo, con la defensa abandonando la sala y el juicio potencialmente procediendo en ausencia de un público vigilante, la legitimidad del proceso está en juego.

Desde su detención en octubre de 2020, Carreño ha sido una figura emblemática en el escenario político venezolano. Acusado y detenido bajo circunstancias polémicas, su juicio ha sido objeto de numerosas postergaciones y controversias. A pesar de la turbulencia, la determinación de su defensa ha permanecido inmutable – hasta ahora.

Un futuro incierto

La decisión de García de abandonar la sala no es trivial. En un contexto donde la justicia y la política están intrínsecamente entrelazadas, cada movimiento es escrutado tanto a nivel nacional como internacional. Con los ojos del mundo observando, el futuro de Carreño y el estado de la justicia venezolana se encuentran en un terreno incierto, marcado por tensiones palpables y preguntas sin respuesta.

En este escenario volátil, el destino de un periodista y la integridad de un sistema judicial se encuentran en la balanza, mientras Venezuela y el mundo esperan el próximo acto en un drama que se despliega en tiempo real.