En medio de advertencias y escepticismo, Putin anuncia la realización exitosa de una prueba de un misil crucero experimental nuclear.
El dictador ruso, Vladímir Putin, anunció el exitoso ensayo del Burevestnik, un misil crucero a propulsión nuclear, elevando las tensiones geopolíticas y las preocupaciones ambientales. En un foro de expertos en política exterior, Putin detalló el desarrollo completo de esta arma formidable y el inicio planeado de su producción.
«Realizamos con éxito el último ensayo del misil crucero de alcance global a propulsión nuclear Burevestnik», anunció Putin, sin entrar en detalles específicos. Este misil, conocido por la OTAN como Skyfall, ha estado envuelto en un manto de misterio y escepticismo. Los expertos occidentales han cuestionado la viabilidad y seguridad de un motor nuclear en un misil.
La promesa del Burevestnik de tener un alcance ilimitado, la capacidad de evadir sistemas de defensa antimisiles y su potencial para portar ojivas nucleares o convencionales lo convierten en un desarrollo preocupante para muchos observadores internacionales. Las implicaciones de tal arma, tanto para la seguridad global como para el medio ambiente, están bajo un intenso escrutinio.
El Burevestnik no es ajeno a la controversia. En 2019, una explosión durante un ensayo en el Mar Blanco resultó en la muerte de siete personas y un aumento preocupante en los niveles de radiactividad, exacerbando los temores sobre la seguridad y viabilidad de tal tecnología.
Con la sombra de la Guerra Fría resurgiendo, la comunidad internacional se ve obligada a confrontar la realidad de un misil con propulsión nuclear. Mientras Rusia avanza en su desarrollo, el mundo observa con una mezcla de asombro, escepticismo y preocupación, preguntándose qué significa este nuevo avance para el futuro de la paz global y la seguridad.