«Estamos en Guerra»: Israel en Alerta Máxima Tras Ataque Sorpresa de Hamás
Un fallo de inteligencia sin precedentes permite una infiltración masiva; Netanyahu promete una respuesta contundente.
En un giro dramático de eventos, Israel se encuentra en un «estado de preparación de guerra», según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), tras un ataque sin precedentes de Hamás desde Gaza. “Estamos en guerra, no una operación, no una escalada, en guerra,» declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un mensaje contundente que resonó a través de la nación y más allá.
Con la alarma sonando en todo el país, el sorpresivo asalto de Hamás ha dejado a Israel y al mundo en estado de shock. La infiltración masiva de militantes en el sur de Israel se ha descrito como un fallo colosal de inteligencia. «Ciudadanos de Israel. Estamos en guerra, no una operación, no una escalada, en guerra,» resaltó Netanyahu en su declaración emitida en la red social X (antes Twitter), marcando la gravedad de la situación.
En la madrugada, los cielos sobre Gaza se iluminaron, no por la celebración de la fiesta judía de Sucot, sino por un intercambio de fuego intenso que marcó el inicio de un conflicto que podría redefinir la región. Los vídeos emergiendo online mostraban a militantes de Hamás, uniformados de negro, llevando la lucha a las calles de la ciudad israelí de Sderot.
Mientras Israel cuenta sus pérdidas y se prepara para una respuesta, el mundo observa con la respiración contenida. «Nuestro enemigo pagará un precio hasta ahora no conocido,» advirtió Netanyahu, señalando una represalia inminente.
Del lado palestino, el presidente Mahmud Abás se mantuvo firme. «Tenemos el derecho de defendernos del terror de colonos y tropas de ocupación,» dijo, según Reuters, reflejando la profunda división y la complejidad de un conflicto que ha definido la región durante décadas.
Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC, destaca el fallo de inteligencia como un momento definitorio. «Israel ha sido sorprendido,» afirma, apuntando al sofisticado aparato de inteligencia del país que, en esta ocasión, no logró prever ni prevenir el ataque.
El asalto de Hamás, meticulosamente coordinado y ejecutado con un sigilo que burló a una de las redes de inteligencia más extensas del mundo, plantea preguntas inquietantes sobre la seguridad nacional de Israel y, por extensión, la estabilidad en una región ya marcada por la tensión.
En este ambiente cargado, los israelíes y palestinos se enfrentan a una realidad alarmante y una escalada de violencia que amenaza con desencadenar un conflicto más amplio. El mundo mira con cautela, esperando, y quizás temiendo, lo que vendrá después en este enclave volátil del Medio Oriente.