El candidato a la primaria de Copei resalta la crisis que impulsa la migración y presenta su plan para la estabilidad económica.
Este fin de semana, Roberto Enríquez, candidato a la primaria opositora por el partido Copei, se hizo presente en el estado Vargas para expresar su solidaridad con los venezolanos y migrantes que han sido expulsados de otros países en su búsqueda de una vida mejor.
En su recorrido por la Plaza El Cónsul y la Plaza El Maestro en Maiquetía, Enríquez censuró la deportación de venezolanos de Estados Unidos y otros países. «Los venezolanos no se han ido de nuestro país por turismo o por diversión. Han sido expulsados por la terrible crisis económica, social y política que azota a nuestra nación», afirmó.
El precandidato subrayó la continua oleada de venezolanos cruzando fronteras, impulsados por una crisis económica despiadada. Criticó los niveles alarmantes de desnutrición infantil en el país, calificándolos como una de las estadísticas más devastadoras en toda América Latina y el mundo.
Enríquez introdujo el plan Hanke como un medio para erradicar la inflación y restaurar la estabilidad económica. “Estamos en una encrucijada donde la pobreza, la falta de oportunidades de desarrollo y una economía devastada por la hiperinflación son nuestro pan diario. El plan Hanke es nuestra propuesta para cambiar ese sombrío escenario”, explicó.
Recordando la rica historia de Venezuela como un país acogedor para migrantes de todo el mundo, Enríquez hizo un llamado a las naciones globales para albergar a los venezolanos hasta que se puedan realizar cambios significativos en 2024. Expresó su visión optimista de un país reconstruido, donde los venezolanos en el extranjero regresarán para contribuir al renacimiento de la nación.
Durante el evento, el equipo de Copei y Nuvipa fue juramentado, comprometiéndose a proteger los votos en la próxima elección del 22 de octubre.
En otro contexto, Enríquez no se quedó callado respecto al reciente atentado terrorista en Israel por parte de Hamás. Condenó la violencia y reafirmó que la paz no se puede construir sobre la muerte y la destrucción. “El diálogo es nuestro único camino hacia adelante”, enfatizó.
En estos tiempos turbulentos, figuras como Enríquez se esfuerzan por ser voceros de la esperanza, la restauración y la paz, tanto a nivel nacional como internacional.