El gobierno de Lula da Silva se moviliza para repatriar ciudadanos en medio del conflicto Israel-Hamás y condena la violencia tras la muerte de un brasileño.
Brasil se encuentra en un estado de duelo y acción. El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, marcado por su repudio «absoluto» a los ataques terroristas de Hamás, ha lanzado una misión de repatriación para sus ciudadanos atrapados en el conflicto devastador en Israel y Palestina.
Ranani Nidejelski Glazer, un ciudadano brasileño nativo de Rio Grande do Sul, es una de las numerosas vidas perdidas en el conflicto en curso. «Al solidarizarse con la familia, amigas y amigos de Ranani, el Gobierno brasileño reitera su absoluto repudio a todos los actos de violencia, sobre todo contra civiles,» expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Con casi 14.000 brasileños en Israel y 6.000 en Palestina, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos en el extranjero se han convertido en una prioridad urgente para el gobierno de Brasil. Aproximadamente 1.700 han solicitado asistencia oficial para regresar a casa, un éxodo impulsado por el miedo y la incertidumbre en medio de la violencia que se intensifica.
La escalada del conflicto ha registrado un doloroso saldo de vidas perdidas: unas 900 personas en el lado israelí y otras 765 en la Franja de Gaza, con un número aún indeterminado de desaparecidos, entre ellos al menos tres brasileños.