A pesar de negar la implicación de Irán en los recientes ataques contra Israel, el líder supremo Ali Jameneí expresa su admiración por la juventud palestina.
En un mundo donde cada palabra es analizada y cada declaración tiene el potencial de inflamar las tensiones, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, no se ha mordido la lengua. A pesar de los estruendosos ecos de guerra que resuenan en la región, Jameneí ha expresado su admiración por la juventud palestina en el contexto de su ataque sorpresa contra Israel, aunque negó categóricamente la implicación iraní en las hostilidades.
“Besamos la frente y las manos de los inteligentes y habilidosos diseñadores de esta operación y de la juventud palestina, estamos orgullosos de ellos,” proclamó Jameneí durante una ceremonia de graduación militar. Sus palabras, cargadas de la energía de la aprobación y el orgullo, resuenan en un momento en que la región se encuentra en un delicado equilibrio.
Pero no todo es como parece. A pesar de la afirmación de Jameneí, las acusaciones de la implicación de Irán en las hostilidades continúan circulando. “Pero el enemigo dice que Irán está tras la operación y es una mentira,” se defendió Jameneí, según la agencia oficial IRNA.
Es un juego de ajedrez geopolítico en el que cada movimiento, cada declaración, es un gambito. Con la tensión creciente, los ojos del mundo están fijos en el Medio Oriente, en busca de señales, no solo de lo que vendrá, sino de las sombras no vistas que mueven los hilos detrás del telón.