El abogado y activista Robert F. Kennedy sorprende con su transición a candidato independiente, generando críticas y controversias.
El escenario político estadounidense se sacude con el anuncio de Robert F. Kennedy, el abogado y conocido activista antivacunas, sobrino del legendario John F. Kennedy. En un giro dramático, Kennedy abandona las primarias demócratas para lanzarse como candidato independiente en las elecciones presidenciales de 2024.
Desde un mítin en Filadelfia, Kennedy proclamó su “propia independencia”, desmarcándose tanto de los demócratas como de «todos los demás partidos políticos». “Me declaro independiente de la tiranía de la corrupción, que nos impide tener vidas asequibles, tener creencia en el futuro y respeto por el otro», proclamó con fervor.
Esta transición pone a Kennedy en la línea de fuego, posicionándolo como un competidor directo de Joe Biden y, previsiblemente, de Donald Trump. Sin embargo, no todos aplauden este audaz movimiento. Cuatro de sus hermanos, integrantes de la influencial dinastía Kennedy, han denunciado que su decisión es «peligrosa» para la nación.
“Bobby podrá compartir el mismo nombre que nuestro padre, pero no comparte sus valores, su visión o su juicio. Rechazamos su candidatura,” declararon Rory, Kerry, Joseph, y Kathleen Kennedy en un comunicado unificado, marcando una división palpable dentro de la familia.
Ronna McDaniel, la presidenta del Comité Nacional Republicano, también lanzó críticas, acusando a Kennedy de ser un “demócrata disfrazado de independiente”. “Es el típico liberal elitista y los votantes no se dejarán engañar,” afirmó McDaniel, anticipando una carrera electoral cargada de controversias y tensiones.
A pesar de las críticas, Kennedy ha cosechado un 14% de la intención de voto, según una encuesta de Ipsos/Reuters. En un panorama electoral donde Biden recibe el 31% y Trump el 33% de apoyo, la inclusión de Kennedy como un contendiente independiente promete agitar las aguas de una carrera presidencial ya intensa y polarizada.
La trayectoria política y el destino de Kennedy en la contienda de 2024 se avecinan inciertos, con el eco de su anuncio resonando tanto en los pasillos del poder como en los hogares de los votantes estadounidenses.