El recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamás pone en pausa los planes de un histórico acuerdo de paz.
La esperanza es un hilo delicado en Medio Oriente, y parece que una nueva espiral de violencia entre Israel y Hamás ha cortado, al menos temporalmente, ese frágil hilo. Antony Blinken, el secretario de Estado de EE.UU., ha cancelado un viaje clave a la región, un movimiento que muchos temen pueda significar un retroceso en los avances hacia la paz.
El viaje de Blinken, que según informes de la Associated Press estaba programado para finales de este mes, tenía como objetivo impulsar un acuerdo de paz histórico. Con paradas en Israel, Arabia Saudita y Marruecos, la visita del secretario de Estado tenía la mira puesta en un logro diplomático: la normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita.
Pero la violencia tiene su propia agenda. La escalada del conflicto entre Israel y Hamás ha puesto en pausa esos planes ambiciosos. La reunión del Foro del Negev, una iniciativa clave para la cooperación regional, también está en el aire.
La iniciativa, que nació de los Acuerdos de Abraham firmados en 2020 durante la presidencia de Donald Trump, buscaba abrir un nuevo capítulo en las relaciones árabe-israelíes. Pero con la situación actual, las esperanzas de un acuerdo similar con Arabia Saudita parecen desvanecerse.
Arabia Saudita, por su parte, ha sido cautelosa con sus palabras. No ha condenado a Hamás por los ataques, y en un comunicado sobre la situación, se refirió a la «ocupación de Israel» y la «privación del pueblo palestino de sus derechos legítimos» como catalizadores del conflicto actual.
En un mundo donde cada paso hacia la paz es frágil y precioso, la cancelación del viaje de Blinken se siente como un paso atrás, un recordatorio de que la paz en Medio Oriente aún pende de un hilo delicado y frágil.