NEGOCIACION

Rumbo a un nuevo amanecer: Acuerdo Casa Blanca-Miraflores incluiría levantar inhabilitaciones

Un paso hacia elecciones justas podría significar un cambio tectónico en las relaciones bilaterales, marcando un respiro para la economía venezolana.

En una vuelta de tuerca que pocos creyeron que llegaría, aunque en El Nuevo País hemos venido informando al respecto constantemente, Estados Unidos y Venezuela están bailando al ritmo de un posible acuerdo que aliviaría las sanciones estadounidenses, si Caracas se compromete a asegurar elecciones justas en 2024.

Fuentes anónimas revelaron a Bloomberg los entresijos de estas conversaciones delicadas que podrían alterar el curso del juego político en el país sudamericano. Anteriormente, El Nuevo País y Efecto Cocuyo habían informado al respecto. Este martes, hubo un reporte al respecto por parte de Reuters.

Bajo este acuerdo, Washington levantaría algunas restricciones petroleras y bancarias, añade Bloomberg, una vez que Venezuela se comprometa a abrir la carrera presidencial a todos los candidatos de la oposición. «Es un paso hacia la restauración de la democracia», comentó un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca a Bloomberg, subrayando la cautela de los EE. UU. hasta que se evidencien avances concretos en el terreno venezolano.

Este pacto podría marcar un punto de inflexión, especialmente para figuras de la oposición como María Corina Machado, que podría tener la oportunidad de competir en las elecciones presidenciales de 2024. Maduro, por su parte, ha accedido a no interferir en las primarias de la oposición y permitir la supervisión internacional de las elecciones generales.

El alivio de las sanciones no sólo beneficiaría a la economía venezolana sino que también podría desencadenar el deshielo de las relaciones entre Caracas y Washington. Maduro, ansioso por una inyección de efectivo, ha estado buscando formas de revitalizar la economía del país.

Pero, como cualquier buena telenovela política, hay un giro: las negociaciones aún están en marcha y los funcionarios estadounidenses están manteniendo un escepticismo saludable. Quieren ver pasos concretos de Maduro antes de comprometerse.