El bloqueo israelí y el agotamiento del combustible sumen a Gaza en la oscuridad mientras la crisis humanitaria se intensifica.
La noche en Gaza nunca había sido tan oscura. “Gaza se encuentra actualmente sin electricidad”, afirmó Galal Ismail, jefe de la autoridad eléctrica de Gaza, en una declaración que presagia un aumento de la ya alarmante crisis humanitaria en la región.
Dos días después del “bloqueo total” ordenado por el gobierno israelí en respuesta a los ataques de Hamás, la única central eléctrica de Gaza se quedó sin el precioso combustible que la mantenía en funcionamiento. En las calles, el zumbido constante de los generadores de energía se ha convertido en un silencio ensordecedor.
«La población de Gaza sigue utilizando generadores de energía para obtener electricidad», explicó Ismail a CNN. Sin embargo, un bloqueo tan impenetrable como la noche que ahora envuelve la ciudad ha secado las reservas de combustible.
Los hospitales, ya desbordados, están al borde del colapso. “Los hospitales se quedarán sin combustible el jueves”, advirtió el Ministerio de Salud palestino, anticipando condiciones «catastróficas».
Mientras los ataques aéreos israelíes continúan, las cifras de muertos y heridos aumentan, y con ellas, la desesperación. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mantienen su objetivo en los terroristas de Hamás, pero la población civil, atrapada en un fuego cruzado, paga el precio.
“Se temen más bajas palestinas”, y con cada bombardeo, la sombra de la tragedia se cierne más sobre Gaza. La OCHA de la ONU ha señalado que la privación de bienes esenciales a los civiles, resultado de asedios como el impuesto por Israel, está «prohibida por el derecho internacional humanitario».
“Estos riesgos están agravando la ya caótica situación humanitaria y de derechos humanos en Gaza”, expresó Ravina Shamdasani, una situación exacerbada por la falta de agua potable que afecta a más de 610.000 personas, según Jens Laerke, de la OCHA de la ONU.
Funcionarios del UNRWA declararon que 11 de sus empleados habían perecido en los ataques, un testimonio sombrío de una crisis que no muestra signos de alivio.
Con Erez y Kerem Shalom, los pasos controlados por Israel para el movimiento de residentes de Gaza, cerrados, y el paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto alcanzado por aviones de combate israelíes, la desesperación y la oscuridad son ahora los únicos refugios seguros para los habitantes de Gaza.
En la penumbra de la tragedia, el mundo observa, y Gaza, sumida en la oscuridad, espera un amanecer que parece cada vez más lejano.