Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, expresó su preocupación por los efectos económicos globales potenciales del conflicto, a pesar de que es «demasiado pronto» para estimaciones concretas.
Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), manifestó su preocupación por el impacto que el conflicto en curso entre Israel y Gaza podría tener en la economía mundial. En una rueda de prensa llevada a cabo en el marco de la asamblea anual del FMI en Marrakech, Georgieva destacó que es «demasiado pronto» para estimar las consecuencias exactas, pero el conflicto ha añadido «una nueva nube en el no muy soleado horizonte de la economía global».
La líder del FMI subrayó que el verdadero precio del conflicto lo están pagando «los civiles inocentes» que están perdiendo sus vidas. No obstante, el organismo internacional está monitoreando «muy de cerca» cómo evoluciona la situación y cómo está afectando, en particular, a los mercados del petróleo.
«Hemos visto altibajos en los precios del petróleo, lo seguiremos muy de cerca,» declaró Georgieva, mostrando una cautela medida ante una situación fluida y altamente incierta.
Estimaciones preliminares del FMI sugieren que un aumento del 10% en el precio del petróleo podría resultar en una reducción de 0,15 puntos en el crecimiento económico mundial y podría agregar 0,4 puntos a la inflación global. «Esto da un orden aproximado de magnitud de cuáles podrían ser los efectos, pero insistimos en que es demasiado pronto para llegar a una conclusión precipitada», añadió el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
El conflicto entre Israel y Gaza, con su potencial para desestabilizar aún más una economía mundial ya afectada por la pandemia del COVID-19 y otras crisis, es motivo de preocupación no solo por sus implicaciones humanitarias directas sino también por sus efectos secundarios potencialmente profundos y de amplio alcance en la estabilidad económica global. El mundo observa con aprehensión, esperando que se alcance una resolución pacífica mientras se prepara para las repercusiones económicas impredecibles del prolongado conflicto.