Herzi Halevi reconoce fallos en la seguridad mientras Israel se prepara para una posible ofensiva terrestre.
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, hizo un sorpresivo reconocimiento hoy sobre los fallos de su aparato de seguridad, en medio de la creciente tensión y violencia que ha marcado los últimos seis días. La admisión se produce a raíz de la incapacidad del ejército para prevenir la ofensiva de Hamás y la incursión terrestre que resultó en la muerte de 1.300 personas en Israel.
Durante una rueda de prensa cerca de la línea divisoria con la Franja de Gaza, Halevi señaló que se llevaría a cabo una investigación exhaustiva sobre los «errores» cometidos. «Cometimos errores», admitió, añadiendo una promesa de que «se investigarán los fallos en la cadena militar».
El reconocimiento de las deficiencias por parte de un alto oficial israelí llega en un momento crítico, en el que Israel considera la situación como una guerra abierta. El país ha estado acumulando un considerable número de tropas alrededor de la Franja de Gaza, alimentando las especulaciones sobre una inminente ofensiva terrestre.
«Aprenderemos, investigaremos, pero ahora es momento de la guerra», afirmó Halevi. Sus palabras parecen indicar un enfoque dual en el que, mientras se reconoce la necesidad de evaluación y mejora, la atención inmediata se centra en la gestión del conflicto en curso con las milicias palestinas en el enclave costero.
La tensión en la región ha alcanzado nuevos picos, y las declaraciones de Halevi pueden interpretarse como un intento de manejar las expectativas y preparar al público israelí y a la comunidad internacional para los desafíos y conflictos potencialmente volátiles en el horizonte inmediato. En este contexto complejo, las palabras del jefe del Estado Mayor ofrecen una rara visión de la autoevaluación militar en medio del caos del conflicto.