El presidente francés se pronuncia con firmeza y solidaridad hacia Israel en medio de la reciente ofensiva de Hamás.
En una aparición televisiva emotiva y cargada de una seriedad penetrante, el presidente francés Emmanuel Macron no escatimó palabras al condenar el reciente ataque de Hamás a Israel. Fue una expresión contundente de solidaridad hacia un país y un pueblo que, según sus palabras, ha sido sometido a un «desencadenamiento de crueldad absoluta».
«Hamás ha llevado a cabo un plan sin precedentes por su escala, su barbarie y su coste humano,» dijo Macron, marcando el tono sombrío pero resuelto de sus palabras. Relató la horrorosa escena de «bebés, niños, mujeres y hombres perseguidos, secuestrados, asesinados y tomados como rehenes».
En su discurso, Macron hizo eco de un sentimiento de dolor y solidaridad, no solo como líder de una nación, sino como humano. «Nosotros los franceses sabemos en nuestros huesos lo que es este dolor,» admitió, evocando imágenes del terrorismo que ha tocado su propio suelo.
El presidente fue incisivo al abordar la naturaleza de Hamás, marcándolo sin vacilación como un «movimiento terrorista». Para Macron, la violencia desatada no es un conflicto entre dos naciones, sino un acto de terrorismo dirigido. «Esta no es una guerra entre israelíes y palestinos, es una guerra librada por terroristas contra una nación, un país, una sociedad y unos valores democráticos.»
La franca condena de Macron resuena en un momento donde la claridad moral y la solidaridad se necesitan desesperadamente. El líder francés aseguró a Israel, «Hemos asegurado a Israel y a su pueblo nuestra solidaridad inquebrantable.»