La visita del Secretario de Estado Antony J. Blinken a Israel destaca la alianza entre las dos naciones en medio del conflicto con Hamás.
En la lujosa elegancia del Hotel David Intercontinental de Tel Aviv, el Secretario de Estado de EE. UU., Antony J. Blinken, expresó este jueves una profunda solidaridad con Israel. «Estados Unidos está con Israel y su pueblo, hoy, mañana, todos los días», afirmó, en medio de la cruda realidad del conflicto con Hamás que ha sacudido a la región.
Blinken, con una mezcla de firmeza y empatía, relató sus encuentros con las familias afectadas por las atrocidades de Hamás. La pérdida, dijo, es «inconmensurable». El diplomático no solo se llevó a Israel un mensaje de apoyo, sino también a Steve Gillen, el Representante Adjunto Especial de Asuntos de Rehenes, para intensificar los esfuerzos en la liberación de los cautivos.
Durante su visita, Blinken fue testigo de la «verdadera solidaridad inspiradora del pueblo israelí» y escuchó relatos estremecedores de supervivientes de los ataques de Hamás. La cruda humanidad expuesta en tales relatos, impregnó de gravedad la atmósfera de sus encuentros. En este escenario, el Secretario de Estado reafirmó la posición incuestionable de Estados Unidos: «Estamos hombro con hombro con el pueblo de Israel».
«No creo que la mayoría de nosotros pueda comprender verdaderamente, realmente contemplar, si no estamos en su lugar», confesó Blinken, haciendo eco de la angustia de las familias de los desaparecidos. La promesa de Estados Unidos resuena en este vacío de incertidumbre: acción, apoyo y alianza continua.
La visita del Secretario no se limita a Israel. Jordania, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Qatar también están en su itinerario, una gira diplomática que busca galvanizar la región, instando a los países a unirse contra las acciones de Hamás y abogar por la liberación incondicional de los rehenes.
Durante la rueda de prensa, una pregunta del corresponsal de AFP, Shaun Tandon, dirigió la conversación hacia la humanidad en medio de la violencia. Blinken, sombrío pero resuelto, habló de las imágenes perturbadoras compartidas por el gobierno israelí, una exposición de la «depravación» de Hamás que va más allá de las palabras.
El conflicto no es unidimensional, y Blinken está bien consciente de ello. La humanidad atrapada en Gaza, bajo el yugo del conflicto y el terror, no es ignorada. A medida que Israel ejerce su derecho a la defensa, la necesidad de proteger a los civiles y aliviar la situación humanitaria es una prioridad ineludible.
Así, en medio de la desesperación, el lamento y la determinación, la visita de Blinken se convierte en un testamento de solidaridad, no solo de un gobierno a otro, sino de un pueblo a otro. Como afirmó con determinación, «mientras haya un Estados Unidos, Israel nunca estará solo».