Putin resta importancia a los misiles ATACMS de Ucrania y afirma que la «agonía» continuará

PUTIN MISILES

Desde Pekín, el líder ruso expresa su supuesta despreocupación por el nuevo arsenal ucraniano.

La última entrega de misiles ATACMS de Estados Unidos a Ucrania supuestamente no ha hecho mella en la confianza del dictador ruso, Vladimir Putin. Con la frialdad que le caracteriza, desestimó la amenaza potencial que estos proyectiles de largo alcance podrían representar para sus fuerzas. «Lo principal es que no van a cambiar radicalmente las cosas en la línea de contacto, es imposible», declaró Putin desde la capital china, donde se encuentra participando en un foro sobre las Nuevas Rutas de la Seda.

La «agonía para Ucrania se prolongará», auguró Putin, marcando una línea clara entre la intervención militar y la resolución del conflicto. Para el líder ruso, la decisión de Washington de suministrar misiles a Ucrania es un «error». En su lógica, abstenerse de ayudar a Kyiv podría haber sido una estrategia más eficaz para «evitar más víctimas ucranianas».

Estas declaraciones se producen en un momento en que la tensión entre Rusia y Ucrania se intensifica, con Estados Unidos cada vez más inmerso en el conflicto. «Estados Unidos está cada vez más implicado en este conflicto», afirmó Putin, no sin señalar las amenazas que los ATACMS representan para sus tropas.

La primera utilización de los misiles ATACMS por parte de Ucrania, que resultó en la destrucción de 9 helicópteros rusos, no ha perturbado a Putin. «La guerra es la guerra y estos misiles representan una amenaza», admitió, pero sin mostrar signos de preocupación.

La implicación de Estados Unidos en el conflicto ucraniano es un tema delicado. Mientras Putin se burla de las declaraciones del presidente Joe Biden sobre la presunta derrota de Rusia en Ucrania, la realidad en el terreno sigue siendo incierta y peligrosa. «Si Rusia ha perdido la guerra, ¿para qué suministrar ATACMS?», cuestionó Putin, invitando a los estadounidenses a «recolectar los ATACMS» y unirse a ellos para un té.

En medio de la retórica y las tensiones elevadas, la guerra en Ucrania sigue siendo tan impredecible como siempre. Los misiles ATACMS, aunque una adición significativa al arsenal ucraniano, son solo una pieza en el complicado tablero de ajedrez del conflicto este-europeo. Y mientras los líderes mundiales intercambian palabras, las vidas de innumerables civiles penden de un hilo delicado, amenazadas por una guerra que parece no tener fin.

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