Jerome Powell, presidente de la FED, enfrenta la encrucijada de la alta inflación y las tasas de interés.
Con el pulso de la economía estadounidense en sus manos, Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal (FED), dirige la mirada crítica del país y del mundo hacia la inflación que, según sus palabras, «sigue siendo demasiado alta».
Durante una conferencia en Nueva York, que fue interrumpida brevemente por manifestantes contra el cambio climático, Powell expresó con claridad su perspectiva. «Unos pocos meses de buenos datos son sólo el comienzo de lo que se necesitará para generar confianza en que la inflación está bajando de manera sostenible hacia nuestra meta», afirmó.
La inflación, medida por el indicador preferido de la FED, se ha reducido a más de la mitad desde su punto máximo en junio del año pasado. Sin embargo, se mantiene firme, desafiante, por encima del objetivo a largo plazo del 2% de la Fed. Las proyecciones sugieren una inflación del 3,3% para este año, 2,5% en 2024 y 2,2% en 2025.
«Aún no podemos saber cuánto tiempo persistirán estas lecturas más bajas, o dónde se estabilizará la inflación en los próximos trimestres», confesó Powell. La cautela impregna sus palabras; cada decisión, cada paso, se toma con la seriedad y la ponderación que la situación económica exige.
Las tasas de interés de referencia también han sido un tema de enfoque intenso. Recientemente, la FED desaceleró su agresiva campaña de ajuste monetario. En un delicado acto de equilibrio, busca frenar la inflación sin empujar a la economía estadounidense a una recesión.
El índice de precios al consumo (IPC) en Estados Unidos se mantuvo en un 3,7% en septiembre, según el Departamento de Trabajo. Pero la inflación se moderó por primera vez desde mayo, marcando un 0,4% frente al 0,6% de agosto.
“Hacer muy poco permitiría que se arraigue una inflación superior a la meta. Hacer demasiado también podría causar daños innecesarios a la economía”, subrayó Powell.
Las tensiones geopolíticas, especialmente el conflicto armado entre Israel y Hamás, son otros factores cruciales que Powell identifica como «riesgos importantes para la actividad económica mundial». La responsabilidad de la FED en este escenario tumultuoso es monitorear las consecuencias económicas eventuales, mantenerse alerta y adaptarse con prudencia y diligencia.
En este ambiente cargado de incertidumbre y desafíos, la FED, bajo la dirección de Powell, se encuentra en una encrucijada. La inflación en EE.UU. sigue siendo una preocupación apremiante, y las decisiones que se tomen hoy resonarán en los años venideros, tanto en la economía doméstica como en los mercados globales.