La candidata presidencial de la oposición saca pecho en Caracas y llama a la unión para enfrentar al oficialismo.
En el corazón de Caracas, con la adrenalina de la victoria reciente corriendo por sus venas, María Corina Machado no se anduvo con rodeos. «Los venezolanos tengan la certeza, nuestra victoria del 2024 es un hecho», soltó con firmeza. Pero, más allá de la celebración, la líder de la oposición mostró que tiene los pies en la tierra y está consciente de la montaña que aún tiene que escalar.
Las primarias, según MCM, no fueron un paseo en el parque. En un tono que recuerda a esos relatos de historias épicas contadas en las plazas, afirmó: «Lo que nos toca es despejar la ruta que estará llena de obstáculos y amenazas, y una por una la vamos a derribar como lo hicimos en esta épica elección».
Pero, claro, no todo es confrontación. Machado también extendió sus brazos, buscando tejer alianzas y construir puentes con otros sectores de la oposición: “Ahora, sin lugar a dudas, es la hora del ejemplo, viene un proceso de reencuentro, de abrir los brazos a todos los sectores del país”. Deja claro que el momento de ‘cada quien por su lado’ tiene que terminar.
Y, cuando se le preguntó sobre la mesa de negociación, soltó una de esas frases que, quizás, se queden grabadas en el imaginario colectivo: «Los venezolanos no estaban representados, y a partir del domingo, lo estarán”, dijo Machado.
“Soy la jefa del comando electoral», dijo, además, cuando se le preguntó al respecto.
Sobre las acusaciones de fraude que arrojó el madurismo, Machado se mostró incrédula y directa: «¿Quiénes hacen fraude? ¿Le están diciendo mentirosos a 2.5 millones de venezolanos? ¿Realmente planean llevar a juicio a 2.5 millones de venezolanos?».
Y, para rematar, agradece al mandamás colombiano, Gustavo Petro, por haberse pronunciado en contra de su inhabilitación: «El presidente de Colombia tiene un papel crucial en esta situación, ya que la estabilidad de Venezuela tiene un impacto directo en su país».
Con esta victoria, María Corina Machado, sin duda, ha encendido el tablero político venezolano. Ahora, el reloj corre hacia 2024.