El presidente turco elogia a milicianos de Hamás como «liberadores», desencadenando una fuerte respuesta israelí.
Las tensiones entre Israel y Turquía han escalado una vez más después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, elogiara a los milicianos del movimiento islamista palestino Hamás. Sus comentarios, en los que los calificó como «liberadores que protegen su tierra», no han pasado desapercibidos y han recibido una condena inmediata por parte de Israel.
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí fue rápido en responder, señalando que los intentos de Erdogan de defender a una organización considerada terrorista por numerosos países, incluida la Unión Europea y Estados Unidos, no cambiarán la percepción global de los actos de Hamás. Se refirieron específicamente a la ofensiva letal del 7 de octubre llevada a cabo en Israel por milicianos de Hamás procedentes de Gaza.
Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, tomó la red social para expresar la postura oficial del país. En un tono firme, Haiat describió a Hamás como «una organización terrorista despreciable», llegando incluso a compararla desfavorablemente con el Estado Islámico. Además, señaló las tácticas brutales empleadas por el grupo, incluyendo el asesinato de civiles y el uso de su propio pueblo como escudos humanos.
Este reciente enfrentamiento verbal es un recordatorio de las complicadas relaciones entre Israel y Turquía, y pone de manifiesto las divisiones profundas en la percepción global sobre los actores y eventos en el Cercano Oriente.