Los infantes y mujeres constituyen una gran proporción de las bajas; hospitales y ambulancias fuera de servicio agudizan la crisis.
El Ministerio de Salud de Gaza, bajo la administración del grupo islamista Hamás, catalogado como organización terrorista por Alemania entre otros países, ha revelado una nueva y desgarradora cifra: 8.306 personas han perdido la vida en la Franja desde que se iniciaron los bombardeos israelíes contra el territorio palestino.
Esta cifra, presentada en una reciente intervención televisada, refleja un aumento de trescientos muertos en comparación con los datos proporcionados el día anterior.
En el detallado informe, el portavoz del Ministerio de Salud gazatí, Ashraf al Qudra, señaló que entre las víctimas mortales se cuentan 3.457 menores y 2.136 mujeres, desde el fatídico 7 de octubre, fecha en la que Hamás desencadenó sangrientos ataques terroristas contra Israel, marcando el inicio del actual conflicto. Además, se reportan más de 21.000 personas heridas en el enclave palestino desde el comienzo de las hostilidades.
La situación se agrava con 25 hospitales reportados como fuera de servicio en la Franja de Gaza y 25 ambulancias destruidas, limitando drásticamente la capacidad de respuesta médica ante la emergencia. «Instamos a las organizaciones internacionales a que apliquen la ley internacional para proteger las instalaciones médicas», exhortó al Qudra, en un clamor desesperado por ayuda humanitaria y observancia del derecho internacional. El conflicto continúa sin un cese al fuego a la vista, mientras las vidas se pierden y la infraestructura crítica, como la médica, se desmorona, dejando a la población de Gaza en una situación de vulnerabilidad extrema. Este escenario pone en perspectiva la necesidad de intervenciones humanitarias y diplomáticas urgentes que puedan mitigar el derramamiento de sangre y brindar algún alivio a las miles de familias afectadas en la región.