El ministro de Defensa, Yoav Gallant, hace un balance entre los logros y las pérdidas de las FDI en la reciente ofensiva en Gaza.
En un escenario de continuo conflicto, el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, pondera los «significativos» logros de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la ofensiva sobre Gaza, aunque reconociendo el «alto precio» que estos conllevan.
«Estamos desplegando fuerzas a gran escala, en lo más profundo de la Franja», afirmó Gallant en relación a las maniobras de las unidades de élite Shaldag y 669 de la Fuerza Aérea en la zona, que han intensificado sus operaciones en los últimos días. «Hay combates contra las fuerzas que están operando (en Gaza) y los resultados y logros en el campo de batalla son muy altos», agregó.
Sin embargo, no todo es victoria. La lucha ha costado vidas entre las filas de las FDI. «Desgraciadamente, en la guerra también hay precios y los del último día fueron precios muy altos», lamentó Gallant, una realidad que resuena con las declaraciones del portavoz de las FDI, Daniel Hagari, quien había expresado previamente que “este tipo de combates ponen en peligro a nuestras fuerzas” y pidió “resiliencia y paciencia”.
Durante las ofensivas de este martes, las FDI reportaron la muerte de dos oficiales, Roei Wolf y Lavi Lipshitz, ambos de aproximadamente 20 años, y otros dos gravemente heridos tras “feroces enfrentamientos”. Un doloroso incremento a la cuenta de más de 300 pares que han perdido la vida en las últimas tres semanas.
A pesar del alto costo humano, Gallant asegura la determinación de Israel de “continuar y ganar” para prevenir más masacres. En una reciente ofensiva aérea sobre Jabaliya, las FDI lograron eliminar a varios terroristas de Hamas, incluyendo a Ibrahim Biari, uno de los comandantes, y neutralizar varios túneles subterráneos usados por el brazo armado.
La operación que resultó en la muerte de Biari fue parte de un «ataque a gran escala» que marca la «nueva fase» de la guerra en Gaza. Las imágenes difundidas del avance de los tanques israelíes reflejan la intensidad del conflicto que, según analistas, puede ser el paso final hacia la derrota de Hamas o desembocar en una matanza con altos costos políticos para el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Paralelamente, las tensiones regionales escalan con el apoyo de otras milicias a la lucha palestina. Desde el Líbano, Hezbollah y desde Yemen, los rebeldes hutíes lanzan misiles y drones sobre Tel Aviv, en un intento de debilitar la capacidad ofensiva israelí.
«Habrá más ataques», prometen los yemeníes, en una espiral de violencia que se adentra en un futuro incierto, dejando una estela de desafíos e interrogantes en el tablero geopolítico de Medio Oriente.