El mandatario venezolano desestima la autoridad de la Corte Internacional de Justicia en la controversia por la Guayana Esequiba, acusando a Guyana de promover una «escalada belicista».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, expresó el lunes su firme rechazo a la autoridad de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en la prolongada disputa territorial con Guyana sobre la región de la Guayana Esequiba. Esta declaración se da en un contexto donde la CIJ se había pronunciado competente para tratar este caso en abril pasado.
Durante su programa semanal «Con Maduro +», transmitido por Venezolana de Televisión (VTV), el mandatario manifestó que Venezuela «jamás» ha reconocido y «jamás reconocerá» a la CIJ como instancia para la resolución de esta controversia. Acusó a Guyana de tomar un «camino de escalada belicista, de provocación» y «de ilegalidad», convirtiéndose así en una «amenaza a la paz, a la estabilidad y al derecho internacional en toda la región del Caribe».
Maduro no solo elevó su voz contra la competencia de la CIJ, sino también contra las declaraciones del presidente de Guyana, Irfaan Ali, quien afirmó que su país no cederá ni una «pulgada» de territorio y que la CIJ es el foro adecuado para dirimir la controversia.
La Guayana Esequiba, una región rica en recursos naturales y minerales, ha sido el epicentro de una disputa histórica entre Venezuela y Guyana. Mientras Guyana se apoya en un laudo arbitral de 1899, Venezuela insiste en que el Acuerdo de Ginebra de 1966 es el «único instrumento jurídico vigente» reconocido por la ONU para mediar en este conflicto, promoviendo una solución «satisfactoria, práctica y amistosa».