SELENA TRES

Selena Gómez rompe silencio sobre la guerra Israel-Hamás: ¿Hipocresía o prudencia?

La megaestrella de las redes sociales desata controversia con su reciente declaración sobre el conflicto Israel-Hamás.

Un mes después del comienzo del conflicto entre Israel y Hamás, Selena Gómez, con su vasto séquito virtual, decidió finalmente romper el silencio y hablar sobre su posición, desencadenando un torrente de reacciones. El resultado: un maremoto de críticas que la tildan de «hipócrita».

La actriz, con unos astronómicos 430 millones de seguidores en Instagram, solo superada por pesos pesados como Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y la misma cuenta oficial de Instagram, ha sido históricamente vocal sobre diversas causas sociales. El conflicto entre Israel y Hamás, dada su magnitud global, no iba a ser la excepción en cuanto a las expectativas del público.

Sin embargo, su declaración, publicada en una historia de Instagram, no fue lo que muchos esperaban. “Me he tomado un descanso de las redes sociales porque me rompe el corazón ver todo el horror… Lo siento si mis palabras nunca serán suficientes… Ojalá pudiera cambiar el mundo. Pero un post no lo hará. Con amor, Selena”, escribió.

Rápidamente, muchos cuestionaron su compromiso y coherencia. Las redes se inundaron de comentarios que la confrontaban con sus posturas anteriores. “¿Por qué sí publicar contenido sobre salud mental, Black Lives Matter, los derechos de las mujeres o las elecciones estadounidenses, etcétera?”, decía un comentario en particular que ha obtenido más de 40 mil ‘me gusta’.

El hecho de que en el pasado la ex de Justin Bieber apoyara abiertamente al pueblo ucraniano durante el conflicto con Rusia añadió más leña al fuego del debate.

El debate sobre la responsabilidad y el poder de influencia de las celebridades en las redes sociales no es nuevo. Pero el caso de Selena Gómez ha reavivado la discusión. ¿Es justo exigir a las estrellas que se posicionen? ¿Son hipócritas si deciden abstenerse en ciertos temas? Las opiniones se dividen, y el escenario digital se convierte, una vez más, en un campo de batalla de ideas y posturas.