Gantz describe la guerra como una batalla sin precedentes que se extiende más allá de Gaza.
El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, ofreció un balance contundente sobre la guerra que cumple un mes contra los terroristas de Hamas, describiéndola como una «guerra de múltiples frentes». Gantz resaltó la singularidad de este enfrentamiento, que se centra en Gaza pero se extiende a otras áreas, presentando desafíos sin precedentes para Israel.
Esta guerra, iniciada tras la masacre del 7 de octubre perpetrada por Hamas, ha llevado a Israel a una ofensiva en la Franja de Gaza, dividiendo el territorio en dos y controlando puntos estratégicos. Las operaciones recientes han permitido a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) asegurar un bastión militar de Hamas en el norte de Gaza, descubriendo arsenales significativos.
La intensificación de la campaña israelí apunta a la liberación de más de 240 civiles retenidos como rehenes por Hamas. Gantz prometió hacer todo lo posible, tanto a nivel político como militar, para asegurar su retorno. Sin embargo, los familiares de los rehenes han expresado su insatisfacción con la gestión de la crisis por parte del gobierno.
Además, el grupo terrorista Hezbollah, con base en el Líbano, ha lanzado misiles en apoyo a Hamas, abriendo otro frente de conflicto. Las tensiones con Hezbollah, que podrían escalar en una guerra más sangrienta, han llamado la atención de Estados Unidos, que advierte contra una escalada del conflicto.
En este contexto, Israel enfrenta un desafío sin precedentes en su historia reciente, luchando en múltiples frentes y buscando estrategias efectivas para combatir tanto a Hamas como a Hezbollah. La complejidad de este conflicto pone a prueba la capacidad de Israel para gestionar simultáneamente amenazas internas y externas, manteniendo la seguridad de su población y buscando una resolución pacífica. Con el mundo observando, el resultado de esta guerra tendrá implicaciones significativas para la estabilidad en Oriente Medio.