Mientras el conflicto entre Israel y Hamas se intensifica, el máximo dirigente de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, permanece oculto, según autoridades israelíes.
En el corazón de la tensión que lleva ya un mes tras la escalada del 7 de octubre, emergen declaraciones desde Israel que apuntan al aislamiento de Yahya Sinwar, el líder máximo de Hamas en la Franja de Gaza.
Según el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, Sinwar se encuentra recluido en los túneles subterráneos de la región, desconectado de sus líneas de mando.
«Y ahora, está aislado de su entorno, su cadena de mando se debilita», expresó Gallant en una transmisión televisiva, delineando el estado actual del líder de Hamas a un mes de la masacre que marcó un punto de inflexión en el conflicto. Las palabras del ministro resonaron con fuerza, apuntando a una supuesta estrategia de Sinwar de mantenerse en sombras, mientras sus milicias enfrentan el embate israelí en la superficie.
«Yahya Sinwar se esconde en su búnker y deja que los comandantes de campo [de Hamas] mueran en el campo (de batalla). En nuestras fuerzas, nuestros comandantes se dirigen a la línea del frente, liderando a sus tropas, cargando hacia adelante y logrando logros reales en el campo», citó un comunicado a Gallant, destacando una comparativa entre las tácticas de liderazgo en ambos bandos.
La narrativa de los acontecimientos se vio además marcada por la noticia de la muerte de Shadi Barud, identificado por el Ejército israelí como coautor intelectual de los ataques del 7 de octubre y aliado cercano a Sinwar. La búsqueda de Sinwar continúa, mientras Israel afirma haber afectado significativamente la estructura de Hamas en el enclave.
Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor israelí, reforzó esta semana la postura de su país al asegurar que el ejército «sabe cómo llegar a cualquier lugar de Medio Oriente». Estas declaraciones se alinean con las acciones que buscan desarticular la red de túneles utilizada por Hamas, una tarea que, según fuentes de seguridad, podría extenderse por meses.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no se ha quedado atrás en la retórica, enfatizando la presión continua sobre Hamas y la eliminación de «miles de terroristas». Por otro lado, el ala militar de Hamas, sin referirse directamente a Sinwar, ha declarado estar infligiendo «grandes pérdidas y daños» a las fuerzas israelíes.
Este complejo escenario de guerra y estrategia subterránea destapa una vez más la cruda realidad de un conflicto que, lejos de acercarse a un fin, parece adentrarse aún más en las profundidades de la confrontación y el misterio.