El debate republicano en Miami se calienta con un enfrentamiento directo entre Nikki Haley y Vivek Ramaswamy, reflejando las tensiones dentro del partido.
En el tercer debate republicano celebrado en Florida, la atención se centró en el tenso enfrentamiento entre Nikki Haley y Vivek Ramaswamy, ambos de ascendencia india, cuyas discrepancias han ido en aumento desde encuentros anteriores.
La chispa entre los candidatos saltó cuando Ramaswamy, en un tono desafiante, comparó a Haley y al gobernador de Florida, Ron DeSantis, con «Cheney con tacones de 10 centímetros», haciendo una referencia directa al ex vicepresidente Dick Cheney y a su hija Liz.
La tensión escaló cuando Haley decidió responder a los comentarios de Ramaswamy en vez de abordar una pregunta sobre la prohibición de TikTok, a lo que Ramaswamy replicó cuestionando la gestión de la ex embajadora de su hija con respecto a la aplicación.
La respuesta de Haley fue tajante y personal: «Deja a mi hija fuera». Más adelante, en un intercambio aún más acalorado, tildó a Ramaswamy de «escoria».
Mientras Ramaswamy ha destacado en los debates por su estilo combativo, su enfoque agresivo no parece traducirse en apoyo político, según los analistas, sino más bien en repelencia de los votantes potenciales, aunque logra acaparar la atención y perturbar a sus rivales.
Los candidatos enfrentan el desafío común de posicionarse como la alternativa principal a Donald Trump en las primarias del Partido Republicano. Trump, favorito en las encuestas, ha optado por no asistir a los debates, restando la oportunidad a sus contrincantes de confrontarlo directamente.
En el ámbito de la política exterior, el conflicto entre Israel y Hamas dominó parte del debate, con los candidatos expresando su apoyo unánime a Israel y condenando el antisemitismo, pero evitando profundizar sobre la protección de los civiles palestinos en Gaza.
La división del partido en cuanto a política exterior se hizo evidente en temas como la guerra en Ucrania y las tensiones con China, con Haley y otros candidatos apoyando la ayuda militar a Ucrania, mientras que Ramaswamy criticaba las intervenciones en guerras extranjeras.
La cuestión del derecho al aborto también fue un tema de discordia. Haley propuso un enfoque más personal y matizado, abogando por un camino pragmático para el partido, mientras otros candidatos mantenían un mensaje más rígido y tradicional.
Este debate refleja las complejidades internas del Partido Republicano y la búsqueda de un candidato que pueda no solo desafiar a Trump, sino también unificar a un partido dividido en múltiples frentes ideológicos y políticos. Con las asambleas electorales de Iowa en el horizonte, el tiempo se acorta para que emerja un claro contendiente capaz de cambiar la trayectoria de las primarias republicanas.