Luis Manuel Díaz, padre de la estrella del fútbol colombiano, fue secuestrado y liberado en una operación con apoyo de la ONU y la Iglesia Católica.
La angustia por el secuestro de Luis Manuel Díaz, padre del reconocido futbolista de la Selección Colombia “Lucho” Díaz, llegó a su fin tras 12 días de incertidumbre. El cautiverio en la selvática Serranía del Perijá culminó con una exitosa liberación, en la que participaron la Iglesia Católica y la ONU, esta última actuando como garante en las negociaciones de paz con la guerrilla del ELN.
El punto de entrega se efectuó en la vereda El Salado, donde don Luis Manuel recibió los primeros auxilios y se verificó su estado de salud antes de ser trasladado al aeropuerto de Valledupar. Paralelo a este suceso, la delegación del Gobierno expresó su repudio al secuestro y la continuidad de estos actos por parte del ELN, demandando la liberación inmediata de todas las personas retenidas por la organización.
El secuestro de Díaz ocurrió en Barrancas, en un acto que las autoridades consideran meticulosamente planeado. Los delincuentes, enfrentando la reacción de las autoridades, abandonaron el vehículo y continuaron su huida hacia la frontera con Venezuela, lo que dificultó la búsqueda.
El operativo de rescate enfrentó los desafíos del terreno, pero la determinación de las autoridades y el apoyo internacional condujeron al feliz desenlace. Los pobladores de La Guajira, conmovidos por el secuestro de un hombre tan vinculado al corazón futbolístico del país, se preguntaban quién podría cometer un acto tan despiadado.
La liberación de Luis Manuel Díaz es una noticia que trae alivio no solo a su familia y a “Lucho” Díaz, sino a toda Colombia, que se mantuvo expectante durante los días de su captura. Ahora, la comunidad espera justicia y medidas efectivas para evitar que se repitan hechos similares.