La candidata opositora se posiciona contra el madurismo y detalla su plan para una transición democrática y la revitalización económica del país.
María Corina Machado, con una trayectoria de resistencia y una visión transformadora para Venezuela, se presenta como un reto al sistema y una alternativa firme al madurismo.
Tras obtener una aplastante mayoría en las primarias, Machado confronta la inhabilitación política que le impide ocupar cargos públicos, una sanción que, en sus propias palabras, es «inexistente».
«Sabemos lo que está en juego y la lucha no es solo por el cargo, es por recuperar la esencia de nuestra nación, que ha sido secuestrada por el actual régimen», afirmó Machado en una entrevista con EFE.
La candidata opositora, a través de su compromiso con la democracia y la justicia, rechaza la imposición del gobierno y destaca que «la verdadera habilitación proviene de la confianza y el apoyo de los venezolanos que se expresaron el 22 de octubre».
A pesar de las adversidades y las maniobras del gobierno para obstruir su camino, Machado mantiene una comunicación activa con aliados internacionales y confía en que «pronto se establecerán los mecanismos que nos permitirán a todos los aspirantes a la Presidencia presentarnos ante nuestro pueblo».
Con la mirada puesta en el futuro del país, Machado subraya la necesidad de una alianza con Estados Unidos y otros gobiernos, especialmente para abordar el desafío de las sanciones y la migración venezolana. «Es imperativo que aquellos en el exilio también puedan alzar su voz y contribuir a este momento crucial para nuestro país», resalta a la agencia EFE.
La líder opositora no solo contempla la política, sino que tiene un enfoque integral que incluye la economía, proponiendo una Venezuela que se posicione como el centro energético de las Américas. «Este cambio radical es imprescindible y solo es posible con un gobierno que entienda la importancia de un Estado de derecho y la apertura de nuestros mercados», puntualizó.