El gobierno venezolano denuncia la continuación de las sanciones europeas como un acto de injerencia y advierte restricciones a la observación de futuros comicios.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela manifestó este lunes su repudio ante la decisión de la Unión Europea (UE) de renovar las sanciones impuestas sobre la administración de Nicolás Maduro.
En un comunicado emitido este lunes, calificaron la medida de «arrogante e ilícita», declarando que esta acción excluye a la UE de cualquier posibilidad de ejercer como observador en futuras elecciones venezolanas.
El documento subraya la postura del gobierno venezolano frente a lo que consideran una «política injerencista» por parte de la UE, acusándola de aplicar sanciones que califican de «degradantes, dañinas e injustas».
Según el gobierno, estas acciones no solo buscan castigar a funcionarios públicos en el cumplimiento de su deber, sino que también representan una práctica colonialista que va en contra de la soberanía y la autodeterminación del país.
Por otro lado, el Consejo Europeo argumentó que la extensión de las sanciones es reversible y condicionada a los avances en el restablecimiento de la democracia, el Estado de Derecho y el respeto por los derechos humanos en Venezuela. Reiteran que las medidas no tienen la intención de afectar a la población venezolana en general.
La tensión entre Venezuela y la Unión Europea se intensifica con esta reciente declaración, marcando un punto crítico en las relaciones bilaterales y la cooperación internacional, especialmente en el ámbito de la observación electoral y el diálogo político.