La presidenta del Congreso exige la retirada de las palabras de Santiago Abascal en una sesión marcada por la controversia y el abandono de Vox del hemiciclo.
El Congreso de los Diputados de España se convirtió en escenario de un encendido debate político cuando Santiago Abascal, líder del partido Vox, lanzó una grave acusación contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La contundencia de las palabras de Abascal, quien sugirió que Sánchez estaba «preparando un golpe de Estado en connivencia con las minorías separatistas», llevó a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a exigir su retirada, apelando a los fundamentos democráticos y la historia política del país.
Abascal: "Su Ministerio, señor Marlaska, es el que ofrece escolta a Puigdemont, mientras gasea a jóvenes, a niños y a familias que protestan y que piden que se defienda la constitución y la igualdad ante la Ley" pic.twitter.com/UIbowsUfLK
— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) November 15, 2023
Las declaraciones de Abascal generaron una inmediata respuesta institucional, enfatizando la inadmisibilidad de tales acusaciones en el marco de la democracia española y la memoria histórica de lo que significan un golpe de Estado y una dictadura. Pese a la exigencia de Armengol, el líder de Vox mantuvo su postura, rechazando corregir o retirar sus comentarios.
La tensión escaló cuando Abascal, en un discurso que resonó en las paredes del hemiciclo, criticó al candidato a la investidura, acusándole de «liquidar el Estado de Derecho y tratar de subvertir el orden constitucional». Invocó episodios históricos en los que, según su visión, «la dictadura de los votos» llevó al poder a «criminales y tiranos», haciendo una comparación directa con líderes como Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Adolf Hitler, todos los cuales, recordó, llegaron al poder a través de elecciones.
El líder de Vox también abordó la Ley de Amnistía, tildándola de «aberración democrática» y acusando a Sánchez de aliarse con figuras como Carles Puigdemont, el ex presidente catalán prófugo, en lo que calificó como «la mayor indignidad que puede tener un gobernante».
La sesión continuó con un giro dramático cuando los diputados de Vox decidieron abandonar el hemiciclo. Patxi López, portavoz del PSOE, solicitó la retirada de las acusaciones de Abascal del Diario de Sesiones, calificando la medida como una cuestión de «decencia política y democrática». La presidenta del Congreso se hizo eco de la petición de López y adelantó la eliminación de las alusiones.
En un acto de discreción política, Pedro Sánchez optó por no responder directamente a las acusaciones de Abascal. Este incidente se suma a una serie de enfrentamientos verbales que han marcado la tensión entre el gobierno y la oposición, y que continúa perfilando el tenso clima político de España.