El candidato socialista al Gobierno español argumenta a favor de la amnistía como medida beneficiosa para la economía del país en su propuesta de gobierno.
En un discurso meticulosamente estructurado, el candidato socialista Pedro Sánchez dedicó una hora y 25 minutos antes de mencionar «amnistía», una palabra clave y controversia que ha dominado el panorama político español en las últimas semanas. A las 12.04, Sánchez comenzó su discurso de investidura atacando al PP y delineando sus compromisos económicos y políticos, pero fue hasta las 13.29 que abordó el tema de la amnistía, defendiéndola como beneficiosa para la economía española.
El candidato a la presidencia del Gobierno español sostuvo que la amnistía para Carles Puigdemont y otros implicados en el procés independentista catalán de 2017 era una decisión defendible «en nombre de España». Según Sánchez, esta medida no solo se justifica políticamente, sino que también se presenta como una estrategia económica, argumentando que «es buena para la economía de España».
El argumento económico es una novedad entre las razones esbozadas por Sánchez, quien en su discurso aprovechó para reclamar a las derechas un «mínimo de sentido de Estado». Criticó la postura del PP y Vox ante la amnistía, acusándolos de no aceptar el resultado electoral y de oponerse a las políticas progresistas de su gobierno.
El pasaje sobre Cataluña, que emergió casi al final del discurso, revitalizó la atención de una audiencia que ya manifestaba signos de fatiga. Sin embargo, las palabras de Sánchez lograron despertar reacciones encontradas, entre aplausos y risas de sus partidarios, y gritos de indignación de la bancada de la oposición. Con un toque de sarcasmo, Sánchez respondió a la agitación: «Hay que ver, todos estaban esperando a este pasaje de mi discurso y ahora no paran de hablar».
Sánchez desarrolló su afirmación sobre la amnistía señalando que contribuiría a la estabilidad del territorio catalán y sus posibilidades de desarrollo, y que incluso los «poderes económicos», supuestos patrones del PP y Vox, reconocen su valor económico.
El discurso de investidura de Sánchez, que se espera que culmine exitosamente con su elección como presidente del Gobierno el jueves, ha sido un claro reflejo de la polarización política en España. Con el país pendiente de su capacidad para conciliar una mayoría parlamentaria, la figura de Sánchez y su propuesta de amnistía seguirán siendo un foco de debate y disenso en la política española.
(Con información de El Español)