El expresidente uruguayo reflexiona sobre la victoria de Javier Milei y las lecciones del pasado para la Argentina actual.
La reciente elección de Javier Milei como presidente de Argentina ha reavivado voces experimentadas del cono sur, entre ellas la del exmandatario uruguayo José Mujica, quien ofreció una perspectiva histórica y crítica del momento político que atraviesa el país vecino.
«Si pudiera votar, votaría por Massa con las dos manos», había dicho Mujica, quien llegó a llamar “mono con ametralladora” a Javier Milei. Sin embargo, antes había dicho que sólo en Argentina podía ser candidato presidencial el ministro de Economía con una inflación del 140%.
Mujica, conocido por sus reflexiones profundas y su experiencia política, no tardó en trazar paralelos históricos con la situación actual de Argentina. «Estos fenómenos de hiperinflación son los que crean crisis sociales y políticas imprevisibles», comentó al recordar la crisis de la República de Weimar y el ascenso de Hitler, subrayando las similitudes con el contexto económico que ha llevado a Milei al poder.
En su diálogo con el programa ‘Las Cosas en su Sitio’ de Radio Sarandí, Mujica recordó la prosperidad de Argentina en décadas pasadas y cómo las decisiones políticas de figuras como Juan Domingo Perón dejaron una huella duradera. «Repartió porque tenía; no lo tuvo que inventar», afirmó Mujica, aludiendo a la redistribución de la riqueza durante el gobierno de Perón.
Sin embargo, Mujica también apuntó a la responsabilidad compartida entre las decisiones internas y las influencias externas en la creación de la crisis actual. «Ni los hombres ni los gobiernos hacen lo que quieren: hacen lo que pueden», dijo, enfatizando la complejidad de la gobernanza en tiempos de turbulencia económica y social.
El exlíder uruguayo también se mostró crítico con el comportamiento electoral contemporáneo y la pérdida de estructuras políticas tradicionales. «Ahora las sociedades modernas son muy ansiosas y tienden a votar en contra siempre de lo que hay sin tener muy claro a favor de qué votan», lamentó, destacando una tendencia que ve perjudicial para el desarrollo democrático.