El exmandatario colombiano Álvaro Uribe se prepara para declarar sobre las acusaciones de su conexión con una masacre paramilitar en El Aro.
La sombra del pasado se cierne sobre un nombre que ha marcado la política colombiana durante décadas. Álvaro Uribe, figura central de la política colombiana y expresidente, está citado para comparecer ante la Fiscalía el próximo lunes, en un caso que revuelve las aguas de la historia reciente del país.
La diligencia de versión libre solicitada por un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia es la más reciente acción en un conjunto de eventos que retoman una masacre perpetrada en El Aro en 1997. El testimonio de Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, ante la Jurisdicción Especial para la Paz, es el detonante que vincula a Uribe con el conocimiento de dicha operación, que resultó en la muerte de al menos 15 campesinos.
Uribe, con la contundencia que le caracteriza, ha negado las acusaciones desde su cuenta en la red social X, defendiendo su inocencia y desacreditando a Mancuso, a quien llama «bandido». La Fiscalía, respondiendo a la petición del propio Uribe de ser escuchado, abre así una ventana a la defensa del exmandatario.
Pero las implicaciones van más allá de El Aro. Uribe también está citado por señalamientos que lo involucran en la planeación del asesinato de un defensor de derechos humanos. Y no es la primera vez que Uribe se ve en la mira: ya en 2015, buscó dar su versión sobre otro escándalo, esta vez relacionado con la guerrilla de las FARC.
La historia judicial de Uribe es compleja y llena de capas, con una investigación penal por manipulación de testigos y soborno pendiendo sobre él. Mientras tanto, Mancuso desde Estados Unidos promete más revelaciones, esperando que su verdad lo conduzca a una sentencia más clemente que los 40 años a los que fue condenado en ausencia por la masacre de El Aro.
La cita del lunes será otro capítulo en la larga narrativa de Uribe y su relación con el poder y la ley. Un hombre que ha estado en la cúspide de la política se ve ahora frente a frente con la justicia, en un entramado de acusaciones y defensas que captura la atención de una nación.