Ataque en Tel Aviv y complicadas negociaciones en un paisaje de guerra.
En un giro de eventos que captura la fragilidad de la paz y la complejidad del conflicto en Medio Oriente, Israel y Hamás acordaron extender su alto el fuego un día más. La noticia llega en un momento crítico, justo antes de la expiración de la tregua anterior, y se produce en un contexto de liberaciones de mujeres y niños retenidos por Hamás a cambio de prisioneros palestinos.
Sin embargo, la tensión persiste.
En Tel Aviv, hombres armados abrieron fuego contra personas en una parada de autobús, dejando al menos tres muertos y varios heridos, según informes de la policía israelí. Los perpetradores del ataque, que no se ha confirmado si pertenecen a un grupo militante palestino o actuaron independientemente, fallecieron en el incidente.
Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU. y presente en la región para su tercera visita desde el inicio del conflicto, expresó sus condolencias por las víctimas del ataque en Jerusalén.
Blinken enfatizó la importancia de continuar con el proceso de negociaciones y la liberación de más rehenes. “Este proceso está dando resultados. Es importante y esperamos que pueda continuar”, afirmó.
Qatar, en su rol de mediador con Hamás, anunció que la tregua se extendería bajo los mismos términos que antes. Hamás se comprometió a liberar a 10 rehenes israelíes por día, a cambio de la liberación de 30 prisioneros palestinos por parte de Israel.
Las negociaciones se complican a medida que Hamás ya ha liberado a la mayoría de las mujeres y niños capturados, lo que podría llevar al grupo a exigir más a cambio de la liberación de hombres y soldados.
Israel ha manifestado su intención de mantener la tregua hasta que Hamas termine de liberar a los cautivos. Sin embargo, ha advertido que reanudará su ofensiva para eliminar al grupo si es necesario. Dada la situación en Gaza, una invasión terrestre podría traer un costo elevado en vidas y destrucción.