Decenas de combatientes de Hamás se rinden ante las Fuerzas de Defensa de Israel, marcando un punto de inflexión en el conflicto.
A dos meses del inicio de un intenso conflicto entre Israel y Hamás, decenas de miembros del grupo Hamas se han rendido ante las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Las imágenes que circulan en las redes sociales muestran a los presuntos combatientes sentados en el suelo, en filas, semidesnudos, y en su mayoría con las manos en la cabeza mirando hacia el suelo.
Estas imágenes no muestran heridas ni manchas de sangre, sugiriendo que no hubo enfrentamientos violentos previos a la rendición.
El periódico israelí Haaretz reportó que estas imágenes corresponden a una grabación en Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, una zona que las FDI controlan en gran medida. Esto ocurrió tras el fin de una tregua, momento en que Israel comenzó su ofensiva hacia el sur.
“Se trata de la mayor rendición de miembros de Hamás desde el comienzo de la guerra”, destacó Haaretz.
Amplias áreas de la Franja de Gaza han quedado reducidas a escombros debido a los bombardeos y la ofensiva terrestre de Israel, apretando el cerco sobre los principales centros urbanos en su búsqueda del movimiento islamista. Las tropas israelíes, con apoyo de aviones, tanques y excavadoras blindadas, están combatiendo contra los milicianos de Hamas en Khan Younis, en la ciudad de Gaza, y en el distrito de Jabaliya.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, informó que sus tropas llegaron a la casa en Khan Younis de Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza, y aseguró que «era solo cuestión de tiempo» encontrarlo. Rafah, ciudad en el extremo sur de la Franja fronteriza con Egipto, también ha sido bombardeada, convirtiéndose en un refugio para muchos de los 1.9 millones de gazatíes desplazados.
Khamis al Dalu, uno de los desplazados, expresó su desesperación: “¿Dónde quieren que vayamos, por Dios?”. Su familia huyó primero de la ciudad de Gaza a Khan Younis y luego a Rafah.
El Ministerio de Salud controlado por Hamas informa que la ofensiva ha dejado más de 17.100 muertos. La gran cantidad de víctimas civiles ha generado preocupación internacional, especialmente debido al asedio impuesto por Israel, donde solo ingresa una cantidad limitada de alimentos, agua, combustible y medicinas.
El gobierno israelí aprobó un incremento «mínimo» del suministro de combustible para la Franja de Gaza para evitar un «colapso humanitario y el brote de epidemias en el sur de la Franja», según anunció la oficina de Netanyahu.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha alertado sobre un «inminente colapso total del orden público debido a las condiciones desesperadas» en Gaza.