MADURO BIDEN

MICHELENA: El “rugido del ratón” caribeño

El autor considera que en la disputa territorial con Guyana, Venezuela no tiene apoyo de casi nadie, pues ni su Cuba querida ni su Lula amado  lo acompañarán en esta parada. Ya los chinos tomaron distancia y Rusia advirtió que la solución militar no es de su mejor interés.

Por Alfredo Michelena

Maduro se ha metido en varios problemas que no son de fácil solución, entre ellos el asunto de la reclamación del territorio Esequibo y el ultimátum de EEUU, y de ninguno ellos se atisba que pueda salir airoso.

Con respecto al Esequibo se lanzó con varias medidas gruesas, a pesar de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le advirtió que se abstuviera de cambiar el status quo. Las más atrevidas son la creación del estado Guayana Esequiba, con un general  como Autoridad Única. Además mandó a censar y cedular a los habitantes de esa región. Y como si eso no fuera poco llamó a las trasnacionales a invertir en esa zona. En este sentido ordenó conceder licencias respectivas para la exploración y explotación de petróleo, gas y minerales. Todo esto indica  el desconocimiento de la CIJ.

Estas acciones implican una invasión de ese territorio. En términos militares Venezuela lograría imponerse frente a un ejército mucho menos equipado y con menor pie de fuerza.  Claro que eso lo sabe Guyana y por eso ha labrado una relación estratégica  con EEUU. que tiene el ejército más poderoso del mundo. EEUU  respalda plenamente a Guyana contra la amenaza de Venezuela de anexar ese territorio, como le reiteró el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en una llamada telefónica con el presidente de Guyana, Irfaan Ali, y en la práctica  al realizar maniobras militares conjuntas en el Esequibo.

Venezuela no tiene apoyo de casi nadie, pues ni su Cuba querida ni su Lula amado  lo acompañarán en esta parada. Ya los chinos tomaron distancia y los rusos a través de agencia TASS le advierte a Venezuela que la solución militar no es de su mejor interés.

Al final será un enfrentamiento con EEUU, que se une al de desafiar el ultimátum de los norteamericanos en referencia a los acuerdos de Barbados. Blinken advertía que antes concluido noviembre debía haber un procedimiento expedito para asegurar la participación de todos los candidatos en las elecciones presidenciales de 2024 y lo presentado a última hora parece una broma. Además de que la liberación de presos norteamericanos no se ha dado.

Ahora EEUU está en un dilema o restablece las sanciones o pierden toda credibilidad sus amenazas.

¿Podrá el “Rugido del Ratón” -nombre de una película de humor inglesa- caribeño derrotar al poderoso imperio norteamericano? O será “buchipluma no mas”.

Maduro e  Irfaan se reunirán en San Vicente y quizás se logrará que bajen la encendida retórica guerrerista. Mas de allí no irán. Irfaan advirtió que el proceso ante la CIJ sigue, así como las actividades petroleras en el Esequibo. 

Así las cosas ¿Quién será el hazmerreír en esta tragicomedia, Maduro o Biden?

Por ahora, Maduro va sacando la mejor partida a este revuelo, que en cierta forma opaca lo relativo al cumplimiento de los acuerdos de Barbados y se presenta ante el mundo y ante los electores venezolanos como un aguerrido nacionalista. Pareciera que la administración Biden no puede manejar ambas situaciones al unísono. Ya veremos.

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