Rebeldes yemeníes intentan atacar buque de carga en ruta hacia Arabia Saudita, sin causar heridos.
En un incidente que acentúa las tensiones en el mar Rojo, los rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, realizaron un fallido intento de ataque contra el buque de carga Maersk Gibraltar. El gigante naviero danés confirmó que la tripulación y el buque no sufrieron daños.
El Maersk Gibraltar, un buque portacontenedores de 340 metros, se encontraba en ruta desde Salalah, Omán, hacia Yedá, Arabia Saudita, cuando fue blanco de un misil. A pesar del incidente, se reportó que el misil cayó en el mar, sin causar heridos ni daños al buque. La compañía Maersk está trabajando para esclarecer los hechos.
Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, y la empresa de inteligencia privada Ambrey indicaron que el misil fue disparado desde una zona de Yemen controlada por los hutíes. El ataque ocurrió a aproximadamente 45 millas náuticas de la costa de Mocha.
Este suceso se suma a una serie de hostilidades en la región, donde los hutíes han amenazado con atacar cualquier barco relacionado con Israel que navegue frente a la costa de Yemen. El ataque se produjo cerca del estratégico estrecho de Bab el Mandeb, una ruta clave hacia el Canal de Suez y el puerto de Eilat, en Israel.
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado estos actos, acusando a los rebeldes yemeníes de cometer crímenes de guerra por sus ataques contra barcos civiles. Según Michael Page, director adjunto para Oriente Próximo y el Norte de África de HRW, los hutíes están atacando y poniendo en peligro a civiles sin ninguna conexión con objetivos militares. HRW exige la liberación inmediata de los rehenes y el fin de los ataques contra civiles.
Los ataques de los hutíes han incluido andanadas de misiles y drones contra el sur de Israel y buques con bandera israelí o de propiedad israelí en el mar Rojo. Además, han sido responsables del secuestro y desvío de otros buques, como el ‘Galaxy Leader’, que fue llevado al puerto yemení de Al Salif.
Estas acciones de los hutíes representan una violación del Derecho Internacional Humanitario, que prohíbe ataques contra civiles en cualquier circunstancia y obliga a las partes en conflicto a evitar dañar a la población civil. La situación en el mar Rojo sigue siendo crítica, con implicaciones significativas para la seguridad marítima y la estabilidad regional.