El presidente Santiago Peña anuncia acción decisiva en el penal más grande del país tras operación policial y militar.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, marcó un antes y un después en la gestión de la seguridad penitenciaria del país tras un operativo sin precedentes en la penitenciaría de Tacumbú, el más grande del país. Con palabras firmes y decididas, Peña subrayó que el Gobierno ha dicho «basta de descontrol» en el sistema penitenciario, lamentando la pérdida de un policía y la muerte de siete presos durante la operación.
El operativo, que involucró a 1.100 militares y 1.218 policías, tuvo como objetivo recuperar el control del penal y trasladar a un número aún no precisado de reclusos. Las imágenes de los presos, en una escena que recordaba operativos similares en El Salvador, han generado una amplia repercusión en las redes sociales y la opinión pública.
El presidente Peña expresó su pesar por la muerte del suboficial de la Policía Martín Mendoza, elogiando su valentía y profesionalismo. Describió la operación «Veneratio» como histórica y necesaria para enfrentar la criminalidad que, según él, ha estado operando desde dentro de la penitenciaría de Tacumbú.
Peña hizo hincapié en que este operativo es solo el comienzo de una lucha más amplia contra las bandas criminales que, a su juicio, han importado un modelo de vida al margen de la ley que no representa a Paraguay. Admitió que no será una lucha fácil ni breve, pero se mostró decidido a seguir adelante por un Paraguay más seguro.
La operación en Tacumbú también resultó en la incautación de una considerable cantidad de armas, explosivos y estupefacientes. Entre los heridos, se reportaron dos militares y doce agentes policiales.