Cambios drásticos en las Fuerzas Armadas argentinas bajo la administración de Milei, incluyendo el nombramiento de un almirante como jefe del Estado Mayor Conjunto.
El presidente argentino Javier Milei ha realizado cambios significativos en la cúpula de las Fuerzas Armadas, en una movida considerada como un «claro mensaje de empoderamiento» a los militares. Entre los cambios más notables, el ultraderechista ha nombrado al almirante Xavier Julián Isaac como jefe del Estado Mayor Conjunto, un órgano de máxima importancia en el mando militar del país.
Los nombramientos, publicados en el Boletín Oficial, incluyen también a Carlos María Allievi como jefe de la Fuerza Aérea, a Fernando Luis Mengo al frente de la Armada y a Alberto Presti como jefe del Ejército. Estos cambios representan una reestructuración profunda dentro de las Fuerzas Armadas, especialmente en el Ejército, donde 22 generales de mayor antigüedad fueron pasados automáticamente a retiro.
Estos movimientos son vistos por analistas como un paso en la agenda de defensa y seguridad de Milei, con un enfoque particular en el control fronterizo. El politólogo Fabián Calle ha señalado que la decisión no tiene una significancia ideológica ni política directa, pero sí responde a una necesidad de renovación dentro del Ejército.
En términos de alineamiento internacional, los analistas preven un acercamiento más estrecho de Argentina hacia Estados Unidos bajo el liderazgo de Milei. Luciano Anzelini, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, sugiere que el nombramiento de Isaac podría resultar en un subordinamiento más lineal hacia Estados Unidos, alineándose con las declaraciones de Milei durante la campaña electoral de fortalecer relaciones con naciones que respetan la libertad, como Estados Unidos e Israel.
Estos cambios también se enmarcan en un contexto histórico donde las Fuerzas Armadas han buscado mejorar su imagen y redefinir su papel en la política argentina, especialmente después de la última dictadura militar (1976-1983). La elección de figuras militares en cargos clave del Ministerio de Defensa, como el viceministro Claudio Ernesto Pasqualini, indica una mayor presencia militar en la gestión de la defensa nacional desde el retorno a la democracia.
El Gobierno de Milei deberá abordar reclamos históricos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, que incluyen la equiparación salarial con las fuerzas de seguridad y un mayor presupuesto. Sin embargo, estas mejoras estarán condicionadas por las limitaciones económicas del país, especialmente en un contexto de alta inflación.
(Con información de El País)