Aumentan las tensiones en Irak con ataques a bases estadounidenses.
El grupo de milicias chiíes proiraníes, conocido como Resistencia Islámica en Irak, ha reivindicado un ataque con drones contra una base militar en Erbil, la capital de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí. Este ataque es el último de una serie de acciones similares que han ocurrido en Irak y que están relacionadas con la situación de guerra en Gaza.
La agrupación proiraní confirmó su responsabilidad por el ataque en un comunicado, asegurando que se había atacado con éxito la base de Harir en Erbil, que es utilizada por la coalición internacional contra el Estado Islámico. La Unidad de Antiterrorismo del Kurdistán iraquí corroboró este informe, indicando que un dron cargado de explosivos había atacado la mencionada base.
Hasta el momento, Estados Unidos, que lidera la coalición antiyihadista, no ha emitido una respuesta oficial al ataque, y no se han reportado víctimas. Este ataque ocurre después de que el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, anunciara la formación de un comité para planificar la salida de las fuerzas de la coalición internacional del país.
El contexto de estos ataques se agrava con la reciente condena por parte del primer ministro iraquí a una acción militar de Estados Unidos en Bagdad que resultó en la muerte de miembros de la agrupación progubernamental Multitud Popular, incluyendo un destacado comandante.
La Resistencia Islámica en Irak ha ejecutado decenas de ataques contra intereses estadounidenses en Siria e Irak en los últimos meses, justificando sus acciones como una respuesta al apoyo de Washington a Israel y en apoyo al grupo islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza.
En un incidente separado esta semana, los sistemas de defensa aérea de Erbil derribaron un dron que se dirigía al aeropuerto de la ciudad. La Dirección General Antiterrorista de la región semiautónoma acusó a «milicias ilegales» de estar detrás del ataque.