COVID

Nueva subvariante de Covid-19: Menos resistencia a vacunas

Estudio revela características distintivas de la subvariante BA.2.86 de Omicron

La subvariante BA.2.86 del virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, está en el punto de mira de la comunidad científica debido a sus características únicas. Un estudio publicado en la revista Cell por la Universidad Estatal de Ohio (EE.UU) revela que, aunque esta subvariante de Omicron es menos resistente a las vacunas, tiene una mayor eficiencia para infectar células pulmonares humanas y fusionarse con ellas. Esta capacidad está relacionada con síntomas más graves de la enfermedad.

El equipo de investigación utilizó pseudovirus, que son núcleos virales no infecciosos rodeados por diferentes proteínas spike del SARS-CoV-2, para estudiar la infectividad en líneas celulares epiteliales humanas. Shan-Lu Liu, de la Universidad Estatal de Ohio y autor principal del estudio, subraya la importancia de confirmar estos resultados con el virus real, pero destaca la relevancia de la infectividad en las células epiteliales pulmonares humanas como indicador.

BA.2.86, que es el ancestro de la variante actualmente dominante JN.1, tiene alrededor de 60 mutaciones más en la proteína spike en comparación con el coronavirus original. A pesar de estas mutaciones, BA.2.86 no ha demostrado ser tan inmunoevasiva como la variante XBB.1.5. Sin embargo, su mayor infectividad en células epiteliales pulmonares y su incrementada actividad de fusión con estas células es motivo de preocupación.

Las variantes Omicron, incluyendo BA.2.86, son menos virulentas que variantes anteriores como la Delta, pero la infección natural no produce tantos anticuerpos como la vacunación. Por tanto, la vacunación, especialmente con la vacuna bivalente más reciente que es eficaz contra BA.2.86, sigue siendo crucial.

Detectada por primera vez en julio en Europa y Oriente Medio, BA.2.86 y sus sublinajes se han ido propagando y fueron clasificados como «variantes de interés» por la Organización Mundial de la Salud el 22 de noviembre. Este estudio subraya la importancia de continuar la vigilancia y adaptación de las estrategias de salud pública frente a las variantes emergentes del SARS-CoV-2.