Donald Trump y el controvertido final de su juicio por fraude civil

TRUMP

El expresidente deseaba realizar un alegato de clausura personal, pero se enfrentó a estrictas condiciones impuestas por el juez.

En un desarrollo inesperado del juicio por fraude civil que involucra a Donald Trump, su deseo de entregar personalmente un alegato de clausura se ha visto truncado por una serie de condiciones restrictivas impuestas por el juez del caso.

La solicitud de Trump, presentada en el último minuto, parecía haber muerto el miércoles por la tarde, después de que el juez Arthur Engoron indicara que el expresidente debía acatar varias restricciones si deseaba hablar en la corte.

El juez Engoron, en un intercambio de correos electrónicos publicado en el expediente judicial, estableció que Trump podría hablar durante los alegatos finales si limitaba su discurso a comentarios sobre la evidencia y la aplicación de la ley a esa evidencia. «No puede introducir nuevas pruebas, ‘testificar’ o comentar sobre asuntos irrelevantes», escribió Engoron. Además, el juez advirtió que si Trump violaba las reglas, no dudaría en interrumpirlo y, de ser necesario, expulsarlo de la sala y multarlo con no menos de $50.000.

Estas condiciones debían ser aceptadas por escrito tanto por el abogado de Trump, Chris Kise, como por el propio Trump «personalmente, en el registro, justo antes de hablar». Sin embargo, Kise respondió que Trump «no puede aceptar (ni recomendaría que lo hiciera) las condiciones previas y restricciones previas propuestas», añadiendo que estaban «llenas de ambigüedades».

Los alegatos finales programados para el jueves son la fase final de un juicio civil iniciado en octubre contra Trump, sus hijos adultos y varios asociados comerciales.

La Fiscal General de Nueva York, Tish James, ha acusado a Trump y a los otros demandados de exagerar el valor de las propiedades inmobiliarias de Trump para obtener términos favorables de bancos y aseguradoras, y está pidiendo al juez imponer $370 millones en sanciones.

Es extremadamente inusual que un acusado con representación legal entregue personalmente cualquier parte de un alegato de clausura en un juicio. Pero Trump ha buscado consistentemente usar el juicio por fraude como un púlpito improvisado. Cuando subió al estrado en noviembre, atacó repetidamente tanto a Engoron como a James, dando respuestas dispersas que a veces resonaban con sus discursos en mítines políticos.

Este juicio ha estado marcado por momentos tensos, incluyendo la imposición de una orden de mordaza por parte del juez Engoron en octubre, después de que Trump vilipendiara públicamente al secretario del juez. El juez posteriormente multó a Trump dos veces por violar la orden.

A pesar de las circunstancias, se espera que Trump asista a la sesión del jueves, aunque no se le permita argumentar personalmente. Será su segunda aparición en un tribunal en tres días: el martes, asistió a un juicio en Washington durante un argumento oral sobre sus afirmaciones de inmunidad frente a cargos federales por interferencia electoral.

El caso continúa desarrollándose, destacando la tensa relación entre el poder judicial y una de las figuras políticas más controvertidas de los Estados Unidos.

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