La esposa del Príncipe William permanecerá en el hospital durante 10 a 14 días para recuperarse.
Kate Middleton, Princesa de Gales, ha sido hospitalizada para someterse a una cirugía abdominal planificada, informó Kensington Palace en un comunicado el miércoles. La real británica se espera que permanezca hospitalizada durante un periodo de 10 a 14 días.
El comunicado no especificó el motivo exacto de la cirugía, pero expresó el deseo de Kate de mantener cierta normalidad para sus hijos y de que su información médica personal permanezca privada. Este anuncio surge poco después de que Buckingham Palace revelara que el padre de su esposo, el Rey Carlos III, también será admitido en el hospital la próxima semana para un procedimiento relacionado con una próstata agrandada.
«Al igual que miles de hombres cada año, el Rey ha buscado tratamiento para una próstata agrandada. Su Majestad tiene una condición benigna y asistirá al hospital la próxima semana para un procedimiento correctivo», indicó Buckingham Palace. Se espera que el monarca posponga sus compromisos públicos durante un breve periodo de recuperación.
El comunicado de Kensington Palace también incluyó una disculpa de Kate por tener que posponer sus compromisos inminentes. Kensington Palace confirmó a CBS News que Kate no está tratando un cáncer y que William, su esposo, se ausentará de algunos compromisos futuros para estar con su esposa.
La cirugía fue exitosa, según Kensington Palace, pero «basándose en el consejo médico actual», es poco probable que la Princesa de Gales regrese a sus deberes públicos hasta después de Semana Santa. Kate espera reiniciar tantos compromisos como sea posible lo antes posible.
William, el hijo mayor del Rey Carlos, es el próximo en la línea de sucesión al trono británico. William y Kate tienen tres hijos, el Príncipe George, de 10 años, la Princesa Charlotte, de 8, y el Príncipe Louis, de 5.
La princesa generalmente goza de buena salud y es activa, disfrutando de una variedad de deportes. Sin embargo, durante sus tres embarazos, sufrió de hiperemesis gravídica, una forma severa de náuseas matutinas que la dejó incapacitada para asistir a eventos reales en las semanas previas a sus partos.