A pesar de un crecimiento significativo respecto a 2022, el turismo en Cuba no logra alcanzar las metas previas a la COVID-19.
Al cierre del año 2023, Cuba enfrenta un panorama turístico mixto: aunque ha logrado un incremento del 151% en visitantes internacionales en comparación con 2022, alcanzando 2.436.980 turistas, esta cifra aún se encuentra un 42,8% por debajo de los números de 2019, antes de la pandemia de COVID-19. Este dato se queda corto frente a las aspiraciones de 3,5 millones de visitantes, representando un 31% menos de lo esperado.
El economista cubano Pedro Monreal había advertido en abril de 2023 sobre la necesidad de ajustar las expectativas turísticas del país. Según sus estimaciones, el rango posible de visitantes se situaba entre 2,3 y 3,1 millones, con un escenario intermedio de 2,9 millones. La realidad, cercana a su cifra más pesimista, refleja los desafíos que enfrenta la isla en su recuperación turística.
Paralelamente, la Unión Europea ha superado en un 1,6% las pernoctaciones en alojamientos turísticos de 2019, destacando países como España, Francia y Alemania. En particular, España, con una fuerte oferta de turismo de sol y playa, registró 483 millones de pernoctaciones, superando sus cifras del año anterior. Este contraste se agudiza al comparar a Cuba con destinos como República Dominicana y México, que han superado sus récords de turismo pre-pandémico.
A pesar de las advertencias de viaje emitidas por Ottawa debido a la escasez de artículos esenciales en Cuba, el turismo canadiense, principal mercado de la isla, ha mostrado signos de recuperación. En diciembre de 2023, Cuba recibió a 113.611 canadienses, sumando un total anual de 936.436 visitantes de ese país.
Rusia emerge como un mercado en crecimiento, con 184.819 turistas rusos visitando la isla en 2023, superando el récord de 2019. Este incremento es notable, considerando las sanciones europeas y la suspensión de vuelos entre Rusia y Cuba en 2022 debido a la situación en Ucrania.
España y Alemania siguen siendo mercados importantes para Cuba, aunque sus cifras actuales palidecen en comparación con las de 2017.
A pesar de estos desafíos, Cuba continúa invirtiendo en el turismo, un sector considerado una locomotora económica para el país. Recientemente, el primer ministro Manuel Marrero inauguró un nuevo hotel de la cadena española Meliá en Trinidad, destacando el impacto del turismo en el desarrollo económico y social.
El Gobierno de Cuba ha dedicado un presupuesto significativamente mayor al turismo que a sectores como la salud o la educación, reflejando su apuesta por esta industria como motor de crecimiento económico.
Sin embargo, el desafío persiste en atraer un mayor número de visitantes internacionales y recuperar el esplendor turístico de épocas pre-pandémicas.