Sin víctimas reportadas, las llamas continúan tras el impacto de un dron en un depósito en Briansk, cerca de la frontera ucraniana.
En un giro dramático de los acontecimientos, un depósito de combustible en la región rusa de Briansk, ubicado en la tensa frontera con Ucrania, se ha visto envuelto en llamas este viernes. Autoridades rusas han confirmado que el incendio es resultado de un ataque con dron llevado a cabo por el Ejército de Ucrania, aunque, afortunadamente, no se han reportado víctimas.
«Cuatro tanques de petróleo están ardiendo en un depósito de petróleo en Klintsy, región rusa de Bryansk, que fue atacado por un dron anoche», informó Anton Gerashchenko, asesor del ministro del Interior de Ucrania, a través de un video publicado en redes sociales. Gerashchenko añadió que se ha evacuado a los residentes de las casas cercanas y que el incendio ha sido catalogado de alta complejidad.
Por su parte, Alexander Bogomaz, gobernador de Briansk, describió el ataque como un acto de «terrorismo ucraniano». A través de su cuenta de Telegram, Bogomaz detalló que el dron fue neutralizado por medios de guerra electrónica, pero no sin antes soltar munición sobre el depósito de combustible de Klintsi.
El Ministerio de Defensa ruso también se pronunció en Telegram, alegando haber destruido «un aparato no tripulado ucraniano en la región de Briansk». Según el Ministerio, este acto evitó un intento de ataque terrorista por parte del régimen de Kiev.
En medio de la guerra que se desató por la orden de invasión dada en febrero de 2022 por el presidente ruso Vladimir Putin, Klintsi, una ciudad de unos 60.000 habitantes situada a unos 70 kilómetros de la frontera, se encuentra ahora en el centro de este conflicto.
Las fuerzas ucranianas, por otro lado, afirmaron haber realizado un ataque similar contra otro depósito de petróleo en el norte de Rusia. «Se trata de una operación del GUR que utiliza medios ucranianos modernos», señalaron fuentes de los servicios especiales, indicando que hay aciertos confirmados en los objetivos.
El canal de Telegram ruso independiente Astra reportó que el dron cayó y explotó en el territorio de una terminal petrolera en San Petersburgo, un dato que resalta la escalada en el uso de drones en el conflicto. Astra añadió que el depósito petrolero de San Petersburgo, el mayor para el transbordo de productos petrolíferos en la región del mar Báltico, comenzó a operar en 1996 y es también la mayor empresa de estiba en el Gran Puerto de San Petersburgo.
En el contexto de este conflicto en escalada, Rusia y Ucrania han intensificado sus ataques con misiles y drones contra la retaguardia enemiga. Hasta ahora, estos ataques no han producido avances significativos de ninguna de las partes en la línea del frente, aunque Rusia asegura llevar la iniciativa.
El uso de drones en conflictos modernos ha cambiado la naturaleza de la guerra, permitiendo ataques precisos y sorpresivos, a menudo sin alertar a las defensas enemigas hasta que es demasiado tarde.