En un cambio significativo, el presidente Biden se compromete a utilizar nuevas autoridades de emergencia para controlar la migración.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado un cambio notable en su enfoque hacia la política de inmigración, prometiendo utilizar nuevas autoridades de emergencia para «cerrar la frontera cuando se sature» si el Congreso aprueba un plan bipartidista de inmigración que actualmente se está negociando en el Senado.
Este giro en la retórica marca un alejamiento significativo de la postura tradicionalmente más abierta del Partido Demócrata en cuestiones de inmigración y subraya la urgencia del tema para su campaña de reelección.
En una extensa declaración el viernes, Biden elogió el acuerdo bipartidista sobre la frontera que los senadores han estado negociando, calificándolo como «el conjunto de reformas más duro y justo para asegurar la frontera que hemos tenido en nuestro país».
«Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se sature», dijo. «Y si recibo esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley».
Biden se refiere a una nueva autoridad de expulsión negociada por los senadores que entraría en vigor en días en que los cruces fronterizos no autorizados alcancen los 5.000 en un promedio de cinco días, según dos personas familiarizadas con los detalles del acuerdo que hablaron bajo condición de anonimato. Esta autoridad detendría la mayoría de las evaluaciones de asilo para los migrantes que crucen ilegalmente.
Los migrantes aún podrían solicitar asilo en los puertos de entrada, donde se tendría que conceder un número determinado de solicitudes de asilo, dijeron.
El acuerdo también cambia el proceso de asilo en EE. UU. con el objetivo de reducir el tiempo promedio para resolver una solicitud de asilo de varios años a 6 meses, dijeron las personas. También eleva el estándar para que los migrantes puedan realizar una solicitud de asilo en primer lugar.
Algunos objetivos de los republicanos de restringir drásticamente el uso por parte de Biden de sus poderes de libertad condicional humanitaria para ciertas categorías de migrantes no están en el acuerdo final, dijeron.
Los senadores dijeron que esperan publicar el texto legislativo del acuerdo la próxima semana. Con cruces que superaron los 10.000 por día durante gran parte del mes pasado, tanto demócratas como republicanos han descrito ese nivel de migración como insostenible. Los cruces han disminuido hasta ahora en enero, ya que México ha intensificado su aplicación de la ley, pero la promesa de Biden de invocar una nueva autoridad de «cierre» inmediatamente después de firmar un proyecto de ley sugiere que la frontera sigue «saturada».
«Durante demasiado tiempo, todos sabemos que la frontera ha estado rota», dijo Biden en su declaración. «Ya es hora de arreglarla».
En un ambiente político en el que el expresidente Donald Trump y los principales republicanos han atacado a Biden por la afluencia de millones de migrantes al país, la disposición del presidente, y aparente entusiasmo, de buscar un «cierre» en la frontera marca una importante desviación de la retórica demócrata tradicional sobre la migración.
También es un cambio para Biden, quien asumió el cargo decidido a deshacer gran parte de las políticas de inmigración de Trump e implementar lo que llamó sistemas «humanos y ordenados» para procesar a personas desesperadas que huyen de países en problemas.
Trump, el principal candidato a la nominación presidencial republicana, se ha opuesto públicamente al acuerdo bipartidista del Senado, desestimándolo como «sin sentido». Ha afirmado repetidamente que cerraría la frontera con México el primer día de su presidencia. También se ha comprometido a lanzar una operación masiva de deportación.