Tensión diplomática entre Colombia y Argentina a raíz de los comentarios del presidente argentino Javier Milei sobre Gustavo Petro.
La diplomacia entre Colombia y Argentina ha entrado en una fase de tensión después de que el presidente argentino, Javier Milei, hiciera declaraciones controvertidas sobre el mandatario colombiano, Gustavo Petro.
En una reciente entrevista, Milei describió a Petro como «un comunista asesino que está hundiendo a Colombia».
Esta afirmación ha provocado una reacción enérgica por parte del gobierno colombiano, que ha llamado a consultas a su embajador en Argentina, Camilo Romero.
La Cancillería colombiana expresó en un comunicado que las declaraciones de Milei «desconocen y vulneran los profundos lazos de amistad, entendimiento y cooperación que históricamente han unido a Colombia y Argentina».
En respuesta a estas palabras, Colombia presentó «su más enérgica protesta por las irrespetuosas e irresponsables declaraciones» del presidente argentino contra Petro, quien fue «elegido de manera democrática y legítima».
La relación entre Petro y Milei ha sido tensa, incluso desde antes de que Milei fuera elegido presidente de Argentina. Petro había criticado anteriormente a Milei por sus comentarios despectivos hacia las personas socialistas, comparándolo con figuras como Hitler, Jorge Videla y Augusto Pinochet. Por su parte, el embajador Romero calificó de «hipócrita» a Milei, especialmente en un momento en que Argentina solicita el beneplácito para su nuevo embajador en Colombia.
En un acto de gobierno en Tumaco, el presidente colombiano, Petro, respondió a las acusaciones de Milei, explicando que «socialismo es el modo de producir a través del cual el Estado es dueño de los medios de producción».
Según Petro, lo que su gobierno busca es que «los medios de producción estén en manos del pueblo, no del Estado».
Este incidente marca un punto de fricción significativo en las relaciones entre Colombia y Argentina, poniendo de manifiesto diferencias ideológicas y políticas entre los líderes de ambas naciones.
La decisión de Colombia de llamar a consultas a su embajador indica un serio descontento con las declaraciones de Milei y sugiere la posibilidad de que las tensiones diplomáticas puedan escalar si no se resuelven de manera adecuada.