El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusa a la coalición opositora Plataforma Unitaria de ser «extremistas» y «terroristas», contraviniendo el Acuerdo de Barbados.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, intensificó su retórica contra la Plataforma Unitaria, una coalición opositora en Venezuela, calificándolos de «terroristas» y «extremistas al margen de la Constitución y la ley».
Este miércoles, durante su discurso en la apertura del año judicial 2024, Maduro hizo estas declaraciones que representan una nueva violación al Acuerdo de Barbados, firmado en octubre del año pasado.
Refiriéndose a las recientes decisiones de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sobre las inhabilitaciones políticas, Maduro afirmó: «Esa decisión fue producto de un proceso impecable de diálogo promovido por nosotros, por el gobierno bolivariano, un proceso de diálogo persistente con el amo y con sus sirvientes. Un proceso de diálogo con el gobierno de Estados Unidos, que ustedes han conocido de manera parcial, y paralelo un proceso de diálogo público con una delegación de la oposición extremista al margen de la constitución y la ley, la llamada Plataforma Unitaria».
Además, el mandatario venezolano etiquetó a la coalición opositora como «sectores terroristas», a pesar de haber suscrito con ellos el Acuerdo de Barbados.
Este acuerdo, en su punto 5 de la sección tercera, establece el compromiso de las partes para la «promoción de un discurso público y un clima político y social favorable al desarrollo de un proceso electoral pacífico y participativo, sin injerencias externas, con respeto a la ciudadanía, la autoridad electoral, los actores políticos, la Constitución y las leyes del país».
Las declaraciones de Maduro representan no solo una escalada en la retórica política, sino también una clara violación a los términos acordados en Barbados, que buscaban promover un ambiente de diálogo y respeto mutuo entre las fuerzas políticas en Venezuela.
Esta arremetida en contra de la Plataforma Unitaria podría tener serias repercusiones en el ya tenso ambiente político de Venezuela. La comunidad internacional, que ha estado observando de cerca la situación en el país, podría ver estas declaraciones como un retroceso en los esfuerzos por una solución pacífica y dialogada a la crisis política venezolana.