CHINOS

Caída libre en los mercados chinos: Acciones tocan mínimos de cinco años

Inversores chinos enfrentan un pánico generalizado mientras las acciones se desploman, marcando la peor semana desde 2018 en medio de crecientes preocupaciones financieras.

Este viernes, los inversores chinos experimentaron una oleada de pánico mientras las acciones del país oscilaban bruscamente, cerrando en mínimos de cinco años. La caída abrupta, sin una causa aparente identificable, ha sido parcialmente atribuida a ventas forzadas por accionistas apalancados, exacerbando las pérdidas en los mercados locales. A pesar de un rebote posterior, el índice CSI 300 cerró la semana con una caída del 4,6%, la mayor desde 2022, mientras que el índice compuesto de Shanghai sufrió su peor semana desde 2018 con una pérdida del 6,2%.

La sensibilidad del mercado ya estaba a flor de piel, agudizada por las tensiones geopolíticas y las preocupaciones sobre la crisis inmobiliaria, particularmente tras la orden de liquidación para China Evergrande Group. «Incluso yo, que soy optimista durante todo el año, empiezo a sentir pánico y me vuelvo pesimista», comentó Xu Dawei, administrador de fondos en Beijing, destacando la intensidad de la situación.

Las autoridades chinas han intentado mitigar la crisis, incrementando el estímulo monetario y prometiendo mantener el gasto este año, pero estas medidas parecen insuficientes ante una profunda crisis de confianza. Los inversores, desalentados por reveses repetidos en los últimos años, muestran poca fe en las perspectivas del mercado, temiendo una espiral descendente provocada por ajustes de margen y una ola de llamadas de margen.

La rápida reducción de las pérdidas del viernes sugiere una posible intervención de los fondos estatales, una táctica ya utilizada en el pasado para estabilizar el mercado. Los inversores extranjeros, tras una racha de ventas, se convirtieron en compradores netos al cierre del día, lo que indica un cambio de tendencia momentáneo.

Este periodo de turbulencia refleja un problema de liquidez y un cúmulo de presiones, desde la preocupación por los derivados de bola de nieve hasta el aumento de las llamadas de margen. La situación actual rememora el pánico del mercado de 2015, aunque la liquidación no ha sido tan severa, el sentimiento de desánimo y angustia es palpable entre los inversores.

Con el mercado luchando contra múltiples frentes, la esperanza de estabilidad se ve lejana. La intervención estatal ha proporcionado un soporte temporal, pero la recuperación del mercado chino requerirá soluciones más sólidas para restaurar la confianza y asegurar una base financiera más estable para los inversores, tanto nacionales como internacionales.

(Con información de The Washington Post)