El joven púgil fallece después de 38 días en coma debido a un hematoma subdural sufrido en un combate contra Seiya Tsutsumi.
El boxeo japonés está de luto tras el fallecimiento de Kazuki Anaguchi, un joven púgil que perdió la vida después de pasar 38 días en coma debido a un hematoma subdural sufrido en un combate por el título gallo contra Seiya Tsutsumi. Anaguchi, quien cayó repetidamente durante los diez asaltos de la pelea realizada el 26 de diciembre de 2023, mostró signos de problemas físicos evidentes, aunque logró concluir el encuentro. Desafortunadamente, su condición se deterioró rápidamente después de la pelea, siendo trasladado de urgencia a un hospital donde fue operado sin lograr recuperar la conciencia.
Este trágico desenlace se produjo en un contexto de notable reconocimiento, ya que horas antes de su fallecimiento, la pelea fue seleccionada como la «mejor pelea del año» por la Comisión Japonesa de Boxeo. Tsutsumi, quien defendía su título por cuarta vez, expresó en redes sociales su esperanza por la recuperación de Anaguchi, sin saber que sería en vano.
Anaguchi, oriundo de la ciudad de Kishiwada, Osaka, dejó atrás una carrera prometedora y una familia, incluida una hija de un año. Su paso del boxeo amateur al profesional fue marcado por la determinación y el éxito, con un récord de 7 victorias (6 por KO) y 1 derrota. Su muerte constituye la primera en un combate por el título japonés desde 2009, lo que sin duda llevará a una reflexión profunda sobre las medidas de seguridad en el deporte.
La comunidad del boxeo, tanto en Japón como internacionalmente, se encuentra conmocionada por esta pérdida. La tragedia de Anaguchi no solo es un recordatorio de los riesgos inherentes al boxeo sino que también pone en relieve la necesidad de revisar y reforzar los protocolos de seguridad para proteger a los atletas.